Aceptando una invitación de acompañamiento a un pariente, para asistir a un encuentro de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta con entes territoriales del Cesar, Magdalena y Guajira, realizado durante tres días a finales de julio del presente año, volví a estar en este maravilloso lugar y así pude captar con mi cámara las imágenes de flores que nunca pude tomar cuando visitaba muy asiduamente este sitio, las cuales paso a describirlas:
Texto y fotografías: Raúl G. Martínez
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Visitando algunas antiguas familias amigas y sus jardines, encontré que en casi todas esas casas tienen la begonia blanca (Foto 1), muy común en las partes húmedas de las corrientes de agua o mantenidas bajo sombra en macetas que permanecen abiertas durante varios días. Durante la subida de Pueblo Bello hacia el valle del río San Sebastián observaba como florecían en los costados de la vía, por supuesto a un poco más de los 1.200 metros de altura, los epidendros sp blancos de la familia de las orquidáceas, lo que me permitió solicitar una parada a nuestro vehículo para lograr una imagen (Foto 2).
Ya en el propio valle, en las laderas, logré imprimir al epidendros sp amarillo, el cual ya había fotografiado años atrás, pero no estaba satisfecho con esa toma, por lo tanto logré una mejor impresión fotográfica (Foto 3).
En el pueblo indígena en casi todos los cercados de piedras o con otros medios se hallan los kalanchoes sp, de la familia de las gressulaceaes, llamados vulgarmente ‘candelabros’ de un color rojizo tirando a fucsia (Foto # 4), esta planta es abundante y comentan los indígenas que es muy medicinal
De la familia de las melastomatáceas pude ver cómo han proliferado en este valle la llamada tibouchina sp (Foto # 5), en todo sus esplendor encontré múltiples plantas de esta especie totalmente floridas, de grandes macetas que adornan ya no solo los jardines de los ‘hermanitos menores’, sino también de algunos pasajes de los caminos del valle.
Siempre quise fotografiar la flor del árbol de la manzana de la Sierra, la época de la floración había transcurrido y solo pude apreciar los frutos en estado de maduración; pude degustar uno de sus frutos pareciéndome agradable.
