Médico guajiro formado en Santa Marta se destaca en el exterior

Luis José Daza, médico general egresado de la UCC Santa Marta, internista, hematólogo y trasplantólogo.

Salud
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Luis José Daza, de 36 años de edad, es un médico guajiro egresado de la UCC Santa Marta, que actualmente vive en Brasil, donde ejerce su profesión. Nació en Villanueva, y se ha destacado por sus múltiples logros académicos.

Actualmente, se dedica a la hematología y a hacer trasplantes de médulas en Porto Alegre, ciudad sureña brasilera. Trabaja con los pacientes que no responden a quimioterapias, con leucemias agudas, entre otras anomalías. Expresa que es una labor muy cuidadosa, porque son personas en estado muy grave de salud y que además, son enfermedades muy ligadas al sufrimiento humano. Sus pacientes lo aprecian y respetan por su calidad humana y cualidades profesionales.

Fue el mejor egresado del programa de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia desde su creación; mejor egresado en Medicina Interna en el Instituto Carlos Chagas de Río de Janeiro, Brasil (hospital universitario Gaffré e Guinle). Estudió becado todos sus semestres. También fue galardonado como mejor residente egresado en Hematología por la Universidad Federal de Fluminense en Río de Janeiro, donde obtuvo las más altas calificaciones.

Cuenta que su vocación por la medicina nació desde los 7 años. Su ejemplo a seguir fue el doctor Salomón Ramírez, quien era su vecino en La Guajira. “Era un médico de la formación antigua. Siempre quise ser como él, se destacaba por los conocimientos científicos y pos sus valores humanos, fue un referente personal”, comenta Luis José.

Desde niño entraba a sus consultas y le llamaba la atención la manera en la que examinaba a sus pacientes. “Recuerdo que se demoraba mucho en las consultas médicas, cosa que no ocurre ahora, actualmente se invierte menos tiempo en el examen físico. Antiguamente era más dedicado el médico a esa parte de escudriñar en el cuerpo de la persona que presentaba problemas de salud”, agregó.

Al terminar bachillerato, estudió medicina en la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Santa Marta. Fue elegido representante por los estudiantes ante al Consejo Académico, director del Semillero de Investigación y mejor interno en Medellín en el hospital Universitario San Vicente De Paul mientras realizó su año de internado.

Dice que se destacó entre sus compañeros porque tenía claro que “no se trata de solamente estudiar medicina, sino saber que lo que iba a hacer iba a ayudar a otras personas. Estudiar con pasión y con amor fue fundamental para alcanzar mis logros. El amor a las personas es muy importante en esta profesión”, afirmó Daza.

Cuando viene a Colombia, Luis José aprovecha para dar clases a los estudiantes de Medicina de la UCC.

El caso que marcó su carrera
“Tuve un caso que me llevó a tomar la decisión de hacer trasplantes de médula ósea y fue una niña que se llamaba Carolina Gonçalves en Río de Janeiro. Ella tenía 16 años y una enfermedad muy agresiva. Murió tomando mi mano y me dijo: Luis, tienes que hacer trasplantes. Pudo haberse salvado con ese procedimiento pero no alcanzó a llegar al trasplante. Eso me impulsó a hacerlo para ayudar a las personas”, dijo.

Contraste medicina Colombia –Brasil
“La medicina colombiana es muy buena. Los médicos del país son muy recursivos y apetecidos a nivel mundial y a nivel latinoamericano. Pero tenemos limitantes que hacen que el médico esté maniatado, hay pacientes que mueren esperando un medicamento o un examen y eso no ocurre en Brasil”, explicó.

A pesar de la pobreza en algunas zonas, casi toda la población tiene acceso a la salud. “He visto pacientes recibiendo medicamentos por anticuerpos monoclonales, que son muy específicos y de altos costos, y son personas muy pobres. Se trata de medicinas de treinta, cuarenta, o cincuenta millones de pesos mensuales de tratamientos, y no hay restricciones por parte del Gobierno -como debe ser- porque la salud es un derecho universal”.

También adicionó que, en nuestro país, a las personas les toca reclamar sus derechos mediante tutelas. “Es de conocimiento general cómo están los juzgados repletos para acceder a medicamentos que deben tener los pacientes”.

¿Y en lo académico?

“Académicamente considero que el médico colombiano está por encima de muchos de otros países, porque por las limitantes que se tienen, se estudia de todo. En Brasil, Argentina y otros países europeos hay muchas especialidades. Hay médicos nefrólogos, especialistas en tubulopatías, hematología, trasplantólogos, hay muchas microespecialidades, la diferencia es que aquí los especialistas, internistas o generales hacen de todo, por el sistema de salud”.

Sacrificios del médico
“Tenía 10 años de no pasar un cumpleaños con mi mamá. Algunos de los esfuerzos que toca hacer son trasnochar, dejar de hacer cosas que nos gustan, y todo por la profesión. También las relaciones sentimentales a veces se afectan por el poco tiempo que se comparte con la pareja. Emocionalmente no es fácil. Es poco el tiempo que comparto con mi familia”, afirmó.

El mensaje que envía a los jóvenes y médicos es que estudien con vocación y amor a lo que se hace. “La disciplina es la base fundamental de la pirámide de los éxitos de cualquier persona. Incluso puede llegar a estar por encima hasta de la misma capacidad intelectual. Quien persevere y sea disciplinado puede llegar a cualquier parte”.

¿Hasta dónde piensa llegar académicamente?
“La medicina es una de las ciencias que uno nunca deja de estudiar. Pienso terminar trasplante en diciembre y una vez culmine, tal vez hacer algo de epidemiología. Pero ya son muchos años estudiando y ya creo que es momento de seguir colocando en práctica los conocimientos adquiridos para ayudar a la gente”.

Luis José Daza, además escribió un capítulo para el libro “Interpretación de pruebas diagnósticas paraclínico”, tras recibir la distinción como mejor hematólogo. “Fue para mí un motivo de orgullo cuando me pidieron que lo hiciera. El clínico en Brasil es como el internista en Colombia”, concluyó.

Gracias a su dedicación y pasión por su profesión, Daza sigue destacándose en su carrera y ayudando a muchos pacientes, motivado por el amor a su trabajo y por cumplirle el deseo a la joven que antes de morir le pidió que hiciera trasplantes. Cuando viene a Colombia, aprovecha para dar clases a los estudiantes de Medicina de la UCC.

Por: César Barrera
Redactor de EL INFORMADOR