Varios empresarios de la región le han apostado a las tierras magdalenenses, negocios que cuentan con una planta productiva y otros que tienen el privilegio de ser los únicos en el sur del departamento en exportar sus productos.
“El departamento magdalenense tiene un potencial agropecuario, pero no es utilizado eficientemente”, dice Abelardo Amador, líder empresarial de la Asociación de Agricultores y Ganaderos del Cedro, Agrigamced, la única asociación que tiene infraestructura productiva en El Banco y que se ha dado la tarea de visualizar lo que hay sembrado en comparación con lo que podría cultivarse.
“El Banco hace 90 años atrás era un municipio productivo, tenía un centro comercial muy importante por su ubicación geográfica, tenemos siete municipios alrededor como: Guamal, Chimichagua, Barranco de loba, Martín, El Piñón, municipios que no tenían acceso comercial”.
Pero con la llegada de mercados nacionales, al cabo de los años fueron reemplazando el local y en vista de las necesidades de los municipios mencionados, el miembro de la asociación comentó que junto a 22 empresarios más iniciaron un análisis de campo de lo que era El Banco. “Sacamos cuentas de las anteriores fabricas como Ron Caña, de cerveza, arroceras, industrias que hoy no hay, por eso nos hicimos el propósito de recuperar la industria local basándonos en esos saberes ancestrales”.
Es por eso que emprendieron un proyecto con un producto innovador que es la panela liquida, aprovechando el suelo el cual les da cultivos de caña de azúcar para no tener que importarla desde tierras santandereanas y del Valle del Cauca.
En la búsqueda de asegurar el mercado y convencerlo de incentivar la industria local, han instalado toda una infraestructura productiva como es la planta de procesos y el empaque mientras les llega el registro Invima que está siendo gestionado bajo la asesoría de la Universidad del Magdalena.
“La panela líquida está validada por el Sena, en ferias como Barranquilla Santa Marta, Valledupar, Bucaramanga, por lo novedoso en el mercado además de ser orgánico”, dijo Amador.
Hace dos años inició esta idea pero hace cuatro se conformó por la facilidad de tener una finca con varias unidades productivas: de gallinas ponedoras, cerdos, carneros, ganadería, planta de producción de panela y cultivos de caña.
Sin embargo, Amador considera que para que las empresas de la región puedan surgir, hay que hacer un cambio cultural “porque nos domina lo que vemos en televisión y eso no ayuda a que el consumidor confíe de los productos locales, en vista que no se invierte en publicidad en medios televisivos y nos toca hacer campañas para incentivar a nuestros consumidores.
Agregó que aún hacen falta políticas públicas que apoyen a los empresarios, que los mismos funcionarios de las alcaldías y del departamento se interesen por los negocios que podrían prometer progreso a la región.