De enero a junio del 2017 se comercializaron 87.499 viviendas, de las cuales 37% correspondieron a viviendas de interés social.
De acuerdo con las cifras del Sistema de Información Georreferenciada del Centro Nacional de Edificaciones, Coordenada Urbana, de Camacol, durante los primeros seis meses del 2017 los hogares colombianos invirtieron 16,3 billones de pesos en vivienda nueva, el segundo valor más alto en los últimos 8 años, lo que se tradujo en 87.499 unidades nuevas.
Dentro de estos resultados, la vivienda social se destacó con un crecimiento de 17,9% anual en el número de unidades vendidas. La inversión de los hogares en este segmento alcanzó los 2.4 billones de pesos en el primer semestre, siendo el valor más alto de los últimos ocho años. “El mercado está respondiendo de manera positiva al programa Mi Casa Ya, que subsidia la cuota inicial y la tasa de interés del crédito hipotecario en el segmento de vivienda social, que sumado a las reducciones de las tasas del mercado, significan hasta un 24% menos en el valor de la cuota mensual”, destaca la presidente Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez.
Por otro lado, luego de alcanzar máximos históricos en 2016, la comercialización en el segmento medio se ha ajustado en línea con el contexto económico de menor crecimiento. Las viviendas que van desde 135 a 435 smmlv ($100 millones a $321 millones) tuvieron un descenso en las ventas de 9,8% anual. Sin embargo, la inversión de los hogares en este segmento llegó a 7,7 billones de pesos, el segundo valor más alto de los últimos ocho años.
“Estas cifras deben entenderse como una señal de ajuste del mercado a una nueva realidad económica. Lo importante es que de manera oportuna los empresarios han leído este contexto y en esa dirección han orientado sus decisiones de inversión en el lanzamiento de nuevos proyectos para este segmento. Eso permite que no tengamos un crecimiento desbordado de la oferta, es decir, se preserva el equilibrio del mercado y eso es un factor fundamental para que este ajuste se dé de manera ordenada”, explica la Ejecutiva del Gremio.
Sin embargo, “en las perspectivas vemos que las condiciones necesarias para sostener el mercado en el segundo semestre del año vienen dándose de manera positiva. Reducciones consecutivas de las tasas de interés de referencia y en esa misma dirección se observa una tendencia a la baja en la tasa de los créditos hipotecarios; además de una senda decreciente de la inflación y un indicador de confianza del consumidor con señales de avance hacia terreno positivo, que sumado a las nuevas medidas que extienden el rango de precio y los cupos de subsidios para viviendas No VIS, prometen un segundo semestre de mayor dinámica comercial”, concluye Sandra Forero Ramírez.
Con esto, el Gremio estima que durante el segundo semestre del año la comercialización de vivienda nueva llegue 92.700 unidades; y al cierre del año el valor agregado del sector edificador tenga un crecimiento de 2.4% anual.
Baja promedio de
licencias
De acuerdo con las estadísticas que lleva Camacol seccional Magdalena, para los meses de enero a abril de 2017, se licenciaron un total de 52.186 metros cuadrados en unidades residenciales en Santa Marta, esto es un 10% por debajo de la registrada en el 2016, mientras se licenciaron 16.589 metros cuadrados para otros usos, lo cual representa un 53% menos de lo que se licenció en el mismo periodo de 2016.
La variación de la producción de concreto premezclado por departamento, representó una disminución de 34,8% para el Departamento del Magdalena en el mes de abril de 2017, respecto a la obtenida en el mismo periodo del año anterior. El despacho para vivienda tuvo una variación del 34%, y para obras civiles -61%.
El despacho al Magdalena de cemento gris según el canal de distribución presentó el siguiente comportamiento: concreteras -9%, comercialización 32%, constructores y contratistas -30%.
Y aunque en el mes de mayo la venta de vivienda registró un aumento del 28%, especialmente en el estrato 3 que es donde está concentrada la mayoría de unidades vendidas, también contamos con 2.654 unidades ofertadas en la ciudad, lo que representa un 0,7% más que en mayo de 2016.
‘‘En virtud de todo lo anteriormente expuesto, es de conocimiento público el difícil momento que está pasando la economía del país, los indicadores sectoriales no son los mejores y son muchos los esfuerzos que se hacen desde el sector privado para soportar estas coyunturas. El sector de la construcción no escapa a esta realidad, aunque trabajamos con optimismo y nos seguimos moviendo, es muchísimo el apoyo que requerimos del sector público para mantener un buen dinamismo’’, puntualizó Saumet.
Políticas públicas
contrarias al progreso de la construcción
Infortunadamente el Distrito de Santa Marta en vez de implementar políticas públicas para sostener el licenciamiento de nuevas obras que significan mayor empleo formal e ingresos por Predial, Industria y Comercio, lo que hace es pisar a fondo el pedal del freno incrementando los impuestos y creando vacíos normativos en los sectores en donde se evidenció el mayor crecimiento inmobiliario y en donde aún era sostenida la demanda de nuevos inmuebles, indicó. Y se pregunta qué le pasará a la ciudad el año entrante si continúa el proceso de desaceleración de la inversión privada luego de terminadas las instalaciones deportivas de los Juegos Bolivarianos y las grandes obras emprendidas por la administración anterior.
Por: Vicky Cianci
Redacciòn EL INFORMADOR