¿A quién favorece el impuesto verde, al medio ambiente, el recaudo, a los supermercados, al consumidor?
La emisión de dióxido de carbono y la producción de desechos químicos en la fabricación, los 12 minutos de vida útil comparados con los 300 años que se demoran en degradarse, así como el precio de la disposición en los rellenos sanitarios implican pérdidas de bienestar social que no estaban siendo contempladas
El impuesto verde, comenzó a regir desde el primer de julio, con una primera tarifa de $20 pesos por bolsa. La cómoda bolsa plástica regalada, para empacar productos que se adquieren en los supermercados y tiendas, se acabó.
El impuesto nacional al consumo de bolsas plásticas entró en la reforma tributaria del 2016 y, aunque solo empezó a aplicarse en forma, desde el 1 de julio de este año, ya a despertando ampollas, pues con solo 4 días de entrada en vigencia el cobro los amantes de la bolsita plástica han sentido leve afectación al bolsillo.
Sin embargo, la tarifa inicial, de $20 pesos este año, es modificable en años posteriores con base en el Índice de precios al consumidor, lo que, a todas luces, no frenará su uso; pero muy seguramente en muchos hogares se comenzará a implementar otro mecanismo de transporte de los elementos de la canasta familiar.
¿Para qué sirve el
impuesto?
Se creó como un comienzo para Colombia en la era mundial de los impuestos verdes, pero no son muchos los que esperan resultados en materia de protección ambiental con esta medida.
Los argumentos sobraron para introducir la norma. Cada colombiano usa 6 bolsas plásticas a la semana, según cifras del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF); pocos la reutilizan y casi nadie las lleva a donde deben estar después de su uso.
Así que este impuesto lo que realmente busca es mitigar el impacto negativo que tiene la bolsa con el medio ambiente.
Según Daniel Felipe Ortegón, director jurídico de la Dian “el impuesto se orienta, tanto a lo ambiental, como a la mitigación del impacto en la industria de las bolsas plásticas importadas, que vienen con precios por debajo de los del mercado”.
Además, destacó que no se hace por subir ingresos tributarios, pues “el efecto del impuesto verde es más extra fiscal que recaudatorio en sí mismo, pues lo que se busca es desincentivar vía impuestos el uso de las bolsas plásticas”.
El consumidor
Al almacén de cadena se le ha quitado un gran peso de encima, puesto que ya no son estos quienes deben proveer del material de empaque del mercado.
Ahora es solo responsabilidad y carga del consumidor la compra de la bolsa. Aunque los consumidores también podrán llevar sus propias bolsas, para incentivar la reutilización.
El mecanismo del pago de la bolsa funciona de una manera sencilla; el cajero le pregunta al usuario si quiere que se le cargue el impuesto de la bolsa, las que desde la entrada en vigencia tienen un código de barras, y de esta manera es cobrada.
La posición de los empresarios
Se requiere una solución más integral, no solo con impuestos. “Muchos establecimientos que entregan la bolsa pertenecen al sector informal, por lo que sería más asertivo promover un mejor uso de las bolsas”.
Carlos Alberto Garay, presidente saliente de Acoplástico, expresa que “la culpa no es de la bolsa. El plástico es el único material que resiste 2.000 veces su peso”, pero esa ventaja será desaprovechada por la inadecuada información sobre la reutilización y la carencia de sitios para depositar adecuadamente estos materiales.
Otra agremiación empresarial, la Cámara Colombiana del Plástico, cuyos asociados se dedican en su mayoría solo a producir bolsas, se declaran amenazados como industria.
Producen ventas anuales por 380 mil millones de pesos con estos empaques, pero “las ventas están afectadas. Se bajaron entre 30 y 40 por ciento, solo por las decisiones y la mala información que recibe la gente”, indicó Henry Alberto Duarte, presidente de este gremio, que reúne a 80 compañías.
Duarte dijo además que “El camino escogido por el Gobierno no es el adecuado, ya que el subsector de bolsas plásticas, como tal, representa solo el 5 por ciento de toda la producción de plástico en el país, que es de 1’200.000 toneladas anuales de ese material”.
Los almacenes de cadena
Antes de la entrada en vigencia del impuesto verde, los almacenes de cadena debían proveer de bolsas para empaquetar la compra del usuario.
Así que ahora los más beneficiados con el impuesto verde son las grandes superficies, pues solo una de las cadenas más famosas de supermercados se ahorrará 30.000 millones de pesos que antes invertía en compra de bolsas plásticas.
¿Quiénes están exentos de cobrar el impuesto?
El impuesto verde es para los grandes almacenes de cadena. Así que las tiendas estarán exentas del cobro de dicho impuesto, además de los pequeños almacenes; puesto que este se cobra a través de un código de barras y el valor del cobro se ve generado en la factura de compra. Sin embargo, esta norma esta recién entrada en vigencia y puede que el gobierno más adelante reglamente y modifique la norma.
Por: Vicky Cianci
Redacciòn EL INFORMADOR