Menos de la mitad de la población femenina tiene acceso a la actividad laboral y la brecha mundial con sus pares masculinos alcanza los 27 puntos porcentuales, una distancia mucho mayor entre los hombres y las mujeres de los países emergentes.
Menos de la mitad de la población femenina tiene acceso a la actividad laboral y la brecha mundial con sus pares masculinos alcanza los 27 puntos porcentuales, una distancia mucho mayor entre los hombres y las mujeres de los países emergentes.