Una sólida unión

Contrario a lo que se creía, las tiendas de barrio han logrado sobrevivir a la llegada de las grandes cadenas de almacenes, súper, e hipermercados que se encuentran en las capitales y ciudades intermedias del país.

Economía
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El fin de la tienda de barrio se viene anunciando desde que, en la década de los 90, empezó la expansión de las grandes superficies y el ingreso de jugadores mundiales.

La tienda no solo sobrevivió a la competencia con multinacionales como Carrefour, sino que se fortaleció. Ahora, con el crecimiento de formatos de descuentos como Ara, Mercado Campesino y Olímpicas, los tenderos tendrán que demostrar que siguen siendo valiosos para sus clientes.

En los barrios de la ciudad de Santa Marta hay una tienda en cada esquina de una calle, se calcula que en el país hay 123.000 tiendas de barrio registradas, de las cuales 10.606 están ubicadas en Barranquilla, la cuarta ciudad con más establecimientos de este tipo, según Fenalco - Fenaltiendas. Cartagena, por su parte, cuenta con 4.593 y Santa Marta con 2.209.

De acuerdo con Frederic Gautier, director de la consultora Ilacad, hasta el momento las tiendas han logrado sobrevivir a la batalla, ya que no han perdido relevancia ni cuota de mercado con la llegada de los nuevos formatos. En un reporte interno de la Andi, el ejecutivo señala que en 2016 “el comercio informal incrementó un 19,4% la cantidad de visitas recibidas, y el formato más visitado fueron las tiendas de barrio con un 61,8% de share dentro del total del mercado tradicional, que representó un incremento de 12,6% con relación a 2015”.

En esta batalla, como en la que libraron en los 90s con las grandes superficies, los tenderos tienen un aliado: la calidad, innovación y respaldo de las marcas internacionales.

Si bien el factor de competencia de los formatos de descuento es privilegiar las marcas propias para dar precios más bajos, lo que afecta tanto a las marcas Premium como a los tenderos, esta situación no es nueva para ninguno de los dos. Sucedió durante la guerra de grandes superficies. Y ambos sobrevivieron triunfantes.

Las innovaciones en formatos, con presentaciones más económicas para las tiendas de barrio; el diseño de promociones especiales; el desarrollo de portafolios para solucionar las necesidades específicas de los consumidores y el fortalecimiento de las marcas, son algunas de las estrategias que las empresas ponen a disposición del tendero para enfrentar los nuevos retos.

Las estrategias

Pepsi, por ejemplo, tiene promociones cruzadas, de tal manera que tomándose una bebida le puede salir gratis el consumo de un paquete de snacks, y viceversa. Chiclets Adams diseñó un paquete para compartir. Coca Cola amplió su portafolio de bebidas con aguas, tés y bebidas isotónicas, mientras que Mustang y Belmont están evolucionando hacia Rothmans, una marca internacional con más de 125 años de historia.

El conocimiento que tiene el tendero de los gustos y necesidades del consumidor, unido a la fortaleza de las marcas internacionales, es una alianza poderosa para afrontar la competencia.

El rival del tendero

Ya es frecuente llegar a un barrio, a un sector concurrido y encontrar una tienda Ara, este se ha convertido en el rival número uno de los tenderos, puesto que su estrategia de mercado es la de una macro tienda que compite con descuentos y marcas propias, lo que genera mayor economía a los compradores en los elementos de la canasta familiar.

Ara cumple cuatro años en el país, en donde, según Pedro Veloso, director de Jerónimo Martins en Colombia, la meta es que el consumo aumente haciendo asequibles más productos. “Colombia es un mercado costosísimo”, asegura, pues ha visto cómo un producto internacional aquí puede ser entre 20 y 40% más caro en comparación con un bien importado en Portugal.

Estrategia

De aquí a 2020 Ara tiene planeado invertir 300 millones de euros abriendo tiendas en sus tres formatos, grande, mediano y pequeño, que generan en promedio 12, 9 y 7 empleos, respectivamente. Por ahora, para 2017 el plan es abrir más de 50 tiendas en el Eje Cafetero y la Costa, inicialmente en Santa Marta, Cartagena y Barranquilla.

La estrategia es estar no sólo en las zonas comerciales, sino en los barrios, ser una alternativa, o una nueva tienda de barrio, un formato que se lleva 50% de la venta al detal en el país. Al igual que sus competidores, aprovechar una creciente clase media, en definitiva, estando al alcance del vecindario.