12 años después, el vigilante Yeiner Noriega Mojica, revive los últimos momentos que vivió junto a su señora madre, Rosa Elena Mojica Miranda, quien perdió la vida en el siniestro del 5 de abril de 2007 en el que un vehículo para carga y pasajeros, tipo mixto se volcara y luego explotara cuando transitaba desde Santa Marta hacia Dibulla en La Guajira.
Por Mauris González Fajardo
Redacción EL INFORMADOR
No precisamente por la fecha, pero sí por el día, varias familias en Santa Marta y el departamento de La Guajira, un Jueves Santo como hoy, no pasará desapercibido.
Sus recuerdos se remiten al 2007 cuando un accidente de tránsito ocurrido en la carretera Troncal del Caribe, vía entre la capital de Magdalena y Riohacha los arrancó de alguno de sus seres queridos.
“Fue una tragedia espantosa. En ese instante todo querían salir del camión mixto. Algunos lo lograron y otros desafortunadamente no, porque el vehículo explotó”, dijo a su momento un testigo a los medios de comunicación.
EL INFORMADOR hoy quiere rendirles un homenaje a las víctimas de ese lamentable episodio y fue así como pudimos ubicar a Yeiner Noriega Mojica, un vigilante de 27 años, quien fue una de las pocas personas quien vivió en carne propia la tragedia. Hoy está vivo de milagro.
A sus 15 años, nunca se imaginó que un viaje con tinte de placer y que estuvieron a punto de cancelar horas antes por falta de dinero, iba a terminar con la vida del ser que más ha amado, y del que nunca se va olvidar. Su señora madre, Rosa Elena Mojica Miranda.
En medio de la tristeza apoyado por fuerza de voluntad, Yeiner sacó ánimos para describir los angustiante momentos que vivió al ver que su mamá moría cuando lo ayudaba a escalar varias sillas para que llegara a un hueco por donde pudo salir segundos antes de que el carro explotara.
“Yo iba sentado a la derecha de mi mamá medio dormido cuando sentí la primera explosión. Seguidamente el volcamiento ya que el carro se fue al abismo y ahí todo fue confusión y desespero, porque todos quería salir al tiempo”, dijo el Noriega Mojica.
Entre lo poco que recuerda, es que el conductor perdió el control y el bus en vez de irse para el cerro se fue a la cuneta. Pero lo el momento que nunca se le va a borra de la mente es cuando su mamá después de ayudarlo a salir, desesperadamente trataba de romper el vidrio de una de las ventanas para salir.
“Al momento que el bus se cae la gente quería salir pero no se podía. Solo pasaron unos segundo cuando salí para que el carro explotara y ardiera en llamas”, señaló.
El accidente
El percance vial se registró el 5 de abril de 2007 en la carretera Troncal del Caribe, vía entre Santa Marta y el departamento de La Guajira, luego que un vehículo mixto o ‘escalera’ que viajaba desde la capital de Magdalena hacia Dibulla se fuera a una cuneta debido a que se le se le estalló una de las llantas delanteras, pero que por el exceso de velocidad con la que iba, no le permitió al conductor poder maniobrar, por lo que el vehículo se volcó y cayó a un riachuelo.
A su momento se conoció a través de versiones entregadas por testigos que, el chofer, Robinson Villar, logró que cuatro niños escaparan de las llamas, pero al intentar el rescate de otras personas murió calcinado.
Bus cargado con combustible
Las investigaciones preliminares que se derivaron de ese siniestro señalaron que, el vehículo habría explotado debido a que llevaba varios tanques que le habían acondicionado para poder transportar combustible de contrabando que sería comercializado en distintas poblaciones de la región.
“Cómo es posible que tengamos empresas que transportan personas con vehículos adulterados en su parte aerodinámica y con injertos como tanques de gasolina que se utilizan como cisterna en la alta Guajira porque la gasolina es más barata”, sostuvo en ese entonces ante los medios de comunicación el general Guillermo Aranda, director nacional de Tránsito y Transportes.