La polémica construcción de la Vía de la Prosperidad, que comunica a los pueblos ribereños del Magdalena, sigue avanzando a paso lento por los continuos tropiezos que ha tenido.
La obra a la que se le fue asignada la mitad del presupuesto desde el 2013 solo llevará un 30% de avance cuando se entreguen los primeros 16.5 kilómetros de camino asfaltado al finalizar el próximo noviembre.
Por Mario Ibarra Monroy
Redacción EL INFORMADOR
El sábado 16 de septiembre del 2017 fue el último día para Heider Navarro Parra, conductor de bus intermunicipal quien pereció al intentar maniobrar su vehículo en el ‘desvío’, un tramo convertido en trocha asediado por la lluvia que caía entonces sobre la Vía de la Prosperidad.
El bus que llevaba la ruta Sitionuevo-Barranquilla cedió el carril a otro automotor que venía en sentido contrario. Heider, de 27 años, no pudo maniobrar con facilidad para orillarse debido a la humedad del terreno, quedando volcado a un costado del camino. 25 pasajeros quedaron heridos, el chofer fue el único que no sobrevivió.
Un año después su tío Germán Navarro, quien se dedica al mismo oficio, lo recordó. “Como había llovido la orilla se desmoronó y el bus quedó volteado”, refiere el familiar quien lo fue a visitar el sitio marcado con una cruz de madera para orar por su alma.
Germán lleva 18 años viajando a diario de Barranquilla hasta Sitinuevo tres veces al día en un bus Chevrolet Kodiak. En días de estiaje se tarda máximo 50 minutos por trayecto, pero en temporada de lluvias el tiempo se duplica, algunas veces por tener que remolcar a otros vehículos.
Es positivo a la hora de vislumbrar que hasta el 30 de noviembre sean entregados 16.5 kilómetros de la Vía de la Prosperidad pavimentados, pero considera que siguen untos críticos que incluyen una zona llamada ‘El golero’, otra erosionada por el río y donde precisamente había muerto su sobrino un año atrás.
“Por experiencia sabe uno a donde va, pero el que no sabe se va abajo”, cuenta Germán al momento de explicar las peripecias que hacen los conductores expertos para sortear kilómetros de barriales que aún el contratista no ha terminado en varios tramos.
Como testigo diario del problema ha sugerido a ingenieros sectores erosionados se deben dejar como muros de contención para retener el avance del río Magdalena, que va paralelo a la vía en sus primeros kilómetros de recorrido, desviando la carretera hacia un costado.
Piedras en el camino
Al igual que Germán y Heider, que han tenido que recorrer la carretera asumiendo riesgos, uno con suerte, el otro no, muchos de los habitantes de los poblados y usuarios que se comunican a través de la Vía de la Prosperidad, coinciden en afirmar que lo que ha durado la obra en construirse no justifica lo poco que ha avanzado con los 16.5 kilómetros que hasta el 30 de noviembre tiene plazo de entregar el contratista Ribera Este a la Gobernación del Magdalena.
Si bien hubo un ultimátum de la Administración Departamental al consorcio responsable de la construcción para que entregue la tercera parte de los 48 kilómetros contratados de carretera pavimentada, las advertencias sobre los retrasos a la Gobernación ya venían desde el mes de junio de este año procedente de la Procuraduría.
Por aquel entonces el Ministerio Público daba cuenta de la lentitud en el avance de la vía que en cuatro años llevaba apenas tres kilómetros asfaltados, razón por la cual fueron emprendidas acciones disciplinarias contra la gobernadora Rosa Cotes de Zúñiga y de su antecesor Luis Miguel Cotes Habeych.
En el tiempo de construcción se desembolsaron 224 mil millones de pesos, un 52% del valor presupuestado, que para quienes deben atravesar diariamente la carretera no se han visto invertidos realmente.
El contrato se firmó en agosto de 2013 con el Consorcio Ribera Este, inició en diciembre de ese año, fue suspendido dos semanas después, hasta que reinició en el 2014, teniendo otros inconvenientes relacionados con permisos ambientales y otras disposiciones contractuales.
El dato
El contrato para la construcción de la vía se firmó en agosto de 2013, inició en diciembre de ese año, se suspendió 16 días después y reinició en diciembre de 2014.
