Aquellos viejos tiempos…

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Santa Marta es reconocida como Distrito Cultural como lo lleva en su apellido, ya que a través de su historia ha sido epicentro y generador de actividades artísticas, musicales y escénicas.

 

Por Lala Esmeral Muñoz

Redacción EL INFORMADOR

Fotografías: Edgar Fuentes

No es en vano que Santa Marta lleve entre su apellido, el título de una ciudad ‘cultural’ y es que se lo ganó porque entre los 80’s y 90’s, la capital del Magdalena fue un referente a nivel nacional de cultura, fue epicentro y testigo de grandes expresiones artísticas y precursora de las mismas por lo que merecía ser llamada de esta forma.

En aquellos tiempos… cuentan los veteranos historiados de Santa Marta, que se contaba con una constante y llamativa oferta cultural, y no solo era la presentación de actos escénicos, teatrales, musicales y artísticos, sino también al desarrollo y formación del talento local a través de diferentes espacios.

Como lo cuenta el sociólogo e historiador Edgar Rey Sinning, “Fue una época gloriosa la que se vivió con el Instituto de Cultura del Magdalena, que cumplía la función más para el distrito que para el departamento, es decir que lo que conocemos como Casa de la Cultura que hoy es una dependencia de la Universidad del Magdalena, era un hervidero de jóvenes que a toda hora y durante largas jornadas permanecían en constante contacto con el tema de la formación cultural como las bellas artes, las artes plásticas, la apertura de una biblioteca, escuelas de teatro, grupos de tamboras, de danzas, la enseñanza del piano, del violín, de la guitarra, los recitales de poesía, lanzamientos permanente de libros y exposiciones, es lo que se vivía en este lugar y eso enriqueció el aspecto cultural de Santa Marta”

En aquellos tiempo… se vivió una actividad cultural muy importante que por decisiones administrativas hacia finales de los años 99 – 98 se terminó con este instituto de cultura, repartiéndose estas actividades a otras entidades muy limitadas, lo que mermó en su desarrollo las actividades culturales y el aprendizaje de las mismas.

En aquellos tiempo… en los que Teatro Colón, el Teatro Variedades, Teatro Santa Marta, el Teatro Rex, eran por su excelente cartelera el epicentro cultural de la ciudad, cada día, cada semana, había un espectáculo nacional o internacional con los que los samarios se podían deleitar.

“Santa Marta siempre ha sido una ciudad cultural, eso se remonta desde 1909 con la creación del Instituto Filarmónico bajo la dirección de Gabriel Angulo y Daniel Bermúdez, todo lo que ocurrió en ese periodo fue destacado por la Gaceta Departamental, en el cual quedó registrado esos impulsos culturales” manifestó el historiador José Rafael Dávila Angulo.

En aquellos tiempos… se le decía y se le llamaba a Santa Marta como ‘la ciudad de los pianos’, puesto que en cada casa había un instrumentos de estos en el que las señoritas de la época se dedicaba al estudio y aprendizaje de la interpretación del mismo, esto era por el ánimo que tenían las señoras y señores de la ciudad en aprender sobre el mismo.

También cuenta José Rafael, que Santa Marta fue la cuna del reconocido ‘Pianista de Oro’ Luis Aurelio Vergara, quien con su majestuosa forma de interpretar este elegante instrumento contagió a los samarios de esas ganas de querer tocarlo.

La cultura se respiraba en las calles

Santa Marta siempre fue una ciudad cultural en todo orden, así lo señala José Rafael Dávila, cuando manifiesta que en todas las clases sociales de la ciudad se daban esos espacios, no solo para la música, sino también para el arte, la literatura, las expresiones artísticas que se vivían y disfrutaban.

En aquellos tiempos… era agradable en esa época el ambiente musical de Santa Marta, por la misma razón dio muchos valores musicales como Honorio Alarcón, Gabriel Angulo, Darío Hernández, Carol Bermúdez y Andrés Linero.

En aquellos tiempos… “me consta que había un ambiente cultural general de los samarios, eso lo viví yo, siempre hubo espectáculos en los colegios, en los teatros, cines, uno podía ver obra teatrales, zarzuela, comedia, en fin…, siempre había una manifestación cultural y la gente gozaba de todos estos eventos” recuerda José Rafael Dávila.

En aquellos tiempos… se vieron en la ciudad grandes espectáculos que se presentaron en la capital del Magdalena en el Teatro Colón, en el teatro Rex y en Teatro Santa Marta, como: Daniel Abrams y su exposición pictórica panamericana, la Sinfónica Nacional de Colombia, Cantos y Danzas de Israel, concierto de piano de Harold Martina, recital de violonchelistas de Tobias Junne, el pianista Alfred Brender con su recital de Beethoven, la orquesta Arcos de Milán, la opera de Paris y Berlín con Martha Senn, entre otros grandes espectáculos.

Lo que hace falta para rescatar el apellido ‘Cultural’

En estos tiempos… Como lo expone el sociólogo e historiador, Rey Sinning, a Santa Marta le hace falta mayor inversión en el sector cultural, en los últimos años en la ciudad se ha visto un interés en su rescate por parte de entidades ajenas a la administración distrital, quienes son los que están trabajando desde diferentes frentes por el rescate de la cultura desde todos sus frentes.

Sin embargo a la ciudad y al departamento le hace falta una mayor inyección en cuanto a los programas de espectáculos y formación cultural se refiere, lo que significa que aún está en deuda con esa tradición histórica que respalda que entre su nombre ostente el apellido ‘Cultural’.

Es estos tiempos… la misión es fortalecer y ofrecer a la comunidad samaria una permanente, variada y atractiva agenda con el propósito de que en el ambiente de la ciudad se vuelva a sentir respirar ese ambiente cultural que se sentía en los viejos tiempos.

En estos tiempos… no se puede desconocer el aporte de la Universidad del Magdalena a través de diferentes programas, actividades que vienen realizando, ahora de la mano del historiador e investigador Jorge Elías Caro, quien ha aprovechado el espacio para potenciar este aspecto en el plantel.

También es de resaltar y era algo por lo que la ciudad estaba en deuda, en rendirle un homenaje a Gabriel García Márquez, lo que cual hizo el área cultural del Banco de la República bajo la dirección de Joaquín Viloria, un lugar preferente, el cual no solo se usa para la consulta de la literatura, sino también para propiciar encuentros de conferencias, charlas, encuentros que permiten la trasmisión de conocimientos, esto va de la mano con el reestructurado Museo del Oro, el cual renovó su estructura física con el fin de ofrecer una mejor experiencia a las personas que lo visitan.

Cultura del Magdalena, que cumplía la función más para el distrito que para el departamento, es decir que lo que conocemos como Casa de la Cultura que hoy es una dependencia de la Universidad del Magdalena, era un hervidero de jóvenes que a toda hora y durante largas jornadas permanecían en constante contacto con el tema de la formación cultural como las bellas artes, las artes plásticas, la apertura de una biblioteca, escuelas de teatro, grupos de tamboras, de danzas, la enseñanza del piano, del violín, de la guitarra, los recitales de poesía, lanzamientos permanente de libros y exposiciones, es lo que se vivía en este lugar y eso enriqueció el aspecto cultural de Santa Marta”

En aquellos tiempo… se vivió una actividad cultural muy importante que por decisiones administrativas hacia finales de los años 99 – 98 se terminó con este instituto de cultura, repartiéndose estas actividades a otras entidades muy limitadas, lo que mermó en su desarrollo las actividades culturales y el aprendizaje de las mismas.

En aquellos tiempo… en los que Teatro Colón, el Teatro Variedades, Teatro Santa Marta, el Teatro Rex, eran por su excelente cartelera el epicentro cultural de la ciudad, cada día, cada semana, había un espectáculo nacional o internacional con los que los samarios se podían deleitar.

“Santa Marta siempre ha sido una ciudad cultural, eso se remonta desde 1909 con la creación del Instituto Filarmónico bajo la dirección de Gabriel Angulo y Daniel Bermúdez, todo lo que ocurrió en ese periodo fue destacado por la Gaceta Departamental, en el cual quedó registrado esos impulsos culturales” manifestó el historiador José Rafael Dávila Angulo.

En aquellos tiempos… se le decía y se le llamaba a Santa Marta como ‘la ciudad de los pianos’, puesto que en cada casa había un instrumentos de estos en el que las señoritas de la época se dedicaba al estudio y aprendizaje de la interpretación del mismo, esto era por el ánimo que tenían las señoras y señores de la ciudad en aprender sobre el mismo.

También cuenta José Rafael, que Santa Marta fue la cuna del reconocido ‘Pianista de Oro’ Luis Aurelio Vergara, quien con su majestuosa forma de interpretar este elegante instrumento contagió a los samarios de esas ganas de querer tocarlo.

 

 

El papel que ha venido desarrollando la Caja de Compensación del Magdalena, Cajamag, en el rescate de la cultura en Santa Marta es de resaltar y aplaudir, puesto que ha dispuesto una serie de programas y proyectos que buscan no solo brindarle grandes espectáculos teatrales, musicales y artísticos, sino también en el aspecto literario, el arte, y todo lo concerniente a este ámbito, también se preocupa por la formación de los niños, jóvenes y adultos, ofreciéndoles cursos, espacios, actividades que enriquezcan ese espíritu.

En estos tiempos… José Rafael Dávila y Edgar Rey Sinning coindicen en afirmar que los espacios que vienen ofreciendo Cajamag son importantes en el fomento del crecimiento del público a los eventos culturales.

En estos tiempos… “la cultura en Santa Marta ha florecido, gracias a la participación que ha tenido Cajamag, las universidades como la del Magdalena, Sergio Arboleda, Cooperativa de Colombia, para mi es de recordar y resaltar el trabajo que realizó Jairo Donado Pinto con todo el trabajo y aporte a la cultura, al igual que Hernando Del Villar, ya fallecido” anotó José Rafael.



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