La situación del río Manzanares motivó a EL INFORMADOR y a las corporaciones sin ánimo de lucro Santa Marta Vital y Samarios Sí Podemos, a organizar un conversatorio con un especialista sobre los Pomcas.
En un país donde la prevalencia de los intereses colectivos nunca es mayor que la de los individuales, pasa casi desapercibida la Constitución en sus temas ecológicos.
La carta magna obliga al Estado colombiano, en sus artículos 79 y 80, a “proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica, fomentar la educación en estos temas, prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, imponer sanciones legales, exigir la reparación de los daños causados y planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución”.
Pero esta poesía ambiental se queda corta frente al triste espectáculo del río Manzanares.
Existen diferentes instituciones de dependencia nacional, regional y distrital para conservar los recursos naturales; se las pasan realizando estudios de preservación; charlas y capacitaciones a las comunidades sobre el buen uso de los residuos sólidos y pare de contar, sin embargo, hasta los momentos el panorama del río Manzanares no cambia, cada vez sus aguas están más contaminadas y pareciera que suplicará por su recuperación.
El estado de este afluente motivó a esta casa editorial y a las corporaciones sin ánimo de lucro Santa Marta Vital y Samarios Sí Podemos, a organizar una charla el pasado 18 de abril con un experto en cuencas para que explicara a la sociedad civil en qué consiste el Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas, Pomcas, y qué es lo que se debe saber sobre este con respecto al río Manzanares.
En primer término, es necesario saber que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mads, expidió el Decreto 1640 de 2012 para reglamentar los instrumentos de planificación, ordenación y manejo de las cuencas hidrográficas y acuíferos. Este definió que las cuencas incluyen las aguas superficiales y subterráneas, y que el acuífero es la unidad de roca o sedimento capaz de almacenar y transmitir agua.
Es necesario precisar que una cuenca hidrográfica no es solo agua sino un territorio donde interactúan humanos, animales y plantas, muchas veces conflictivamente, porque sus intereses se chocan o son diferentes. Esto genera sobredemanda de los servicios ambientales que presta el río, frente a su cada vez más reducido ecosistema.
El Pomcas comprende seis fases:
- 1. Fase de aprestamiento o período de preparación:
Formulación de un plan de trabajo, un listado de actores clasificados y priorizados para la gestión de la cuenca, que son, específicamente, los que influyen en su deterioro o en su conservación, y la conformación de un Consejo de Cuenca.
- 2. Fase de diagnóstico:
Determina el estado actual de la cuenca en todos sus componentes: medio físico (agua, aire, suelo, paisaje), medio biótico (flora, fauna y sus relaciones ecosistémicas) y medio social (aspectos culturales, económicos, simbólicos, religiosos).
Deben quedar identificadas las actividades que se desarrollan en la cuenca, ya sean industriales, agroindustriales, ganaderas o domésticas y las que generan vertimientos de aguas residuales, al igual que los sistemas de manejo y disposición final.
Momento cuando el especialista Juan Carlos Ospino disertaba sobre la importancia del Pomcas.
- 3. Fase prospectiva y zonificación ambiental:
Investigaciones y exploraciones que se realizan con la intención de anticipar lo que está por venir en la cuenca. En esta fase se debe socializar el Consejo de Cuenca, informar el desarrollo de los escenarios de participación y de las actividades divulgativas, y documentar los aportes recibidos, entre otras actividades.
En referencia a la fauna y flora, es importante el análisis de la cobertura vegetal que circunda al río, las acciones de restauración de la cuenca en cuanto abastecedora de acueductos municipales y rurales, y la identificación de las especies presentes, terrestres, acuáticas, endémicas, en vía de extinción o invasoras.
La tenencia de la tierra, la infraestructura básica de servicios con que cuenta la población, el patrimonio cultural o arqueológico de la cuenca, la presencia institucional, la identificación de las principales formas de organización ciudadana, (organizaciones sociales y ambientales), las iniciativas y proyectos que se han emprendido en materia ambiental y los instrumentos de planeación y administración de los recursos naturales, constituyen la caracterización sociocultural de la cuenca.
- 4. Fase de formulación:
Consolidación del Pomca a través de objetivos, metas, estrategias, programas y proyectos para elaborar un plan operativo. Uno de los más importantes productos de esta fase es un documento técnico que va a identificar los instrumentos y medidas de administración de los recursos naturales renovables, que deben ser implementados y divulgados por Corpamag en relación con el río Manzanares.
- 5. Fase de ejecución:
Desarrollo de un plan operativo que implemente el Pomca
- 6. Fase de seguimiento y evaluación:
Comprobación de que el programa cumple los objetivos propuestos en el Plan de ordenamiento y que se hará una evaluación objetiva de la pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto de las actividades a la luz de los objetivos.
¿Quién se encargará de poner en marcha el Pomcas y cómo?
El Pomcas propende porque se lleve a cabo una gestión ambiental integral: recuperación, manejo y restablecimiento de la biodiversidad de la cuenca. La protección de áreas de influencia de especies endémicas o en vía de extinción, junto con el monitoreo y el manejo de la biodiversidad y de sus conflictos y la implementación de sistemas de producción sostenible.
Los entes responsables del éxito de los planes de ordenamiento y manejo de las cuencas en Colombia, son las denominadas Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible como Corpamag. Estas deben dar inicio al proceso de ordenación de la cuenca hidrográfica del río Manzanares por medio de un acto administrativo que cumpla con el objeto misional de estructurar un prototipo de desarrollo sostenible, que utilice los recursos disponibles en el presente, sin comprometer su existencia en el futuro.
La Resolución que expida la Corporación debe incluir por expresa disposición legal (Ley 1450 de 2011/ Decreto 2245 de 2017), el límite físico de la ronda hídrica del Manzanares, todo bajo la premisa de que la faja paralela a la del cauce permanente de los ríos, hasta 30 metros de ancho, es un bien inalienable e imprescriptible del Estado colombiano, en los términos del Decreto Ley 2811 de 1974.
Para terminar este capítulo, es importante tomar en consideración que una vez aprobado el Pomcas, el Distrito lo debe tener en cuenta como “norma de superior jerarquía” al momento de formular, revisar y adoptar el POT, en relación con la zonificación ambiental, el componente programático y el de gestión del riesgo (a la luz del art. 23 del D.No. 1640/12.)
¿Qué revela el Pomcas sobre el Manzanares?
El río Manzanares comienza su recorrido a 1.944 metros sobre el nivel del mar y a un kilómetro de recorrido recoge las aguas de las quebradas Nubes, Cacao, la Cascada y Matogiro. Ya dentro de Santa Marta, recoge la quebrada La Mojada.
El Pomcas señala que el río Manzanares tiene diferentes clases de cobertura vegetal que aparecen conservadas adecuadamente en tierras altas y medias y degradadas en la parte baja, lo que hace que al menos se encuentren amenazadas 12 especies de aves y 4 de reptiles.
El índice del uso del agua del río es crítico en la mayoría de la cuenca, reflejando que la demanda hídrica es mayor que la oferta, con mayores índices de escasez en tiempo seco y moderado en tiempo de lluvias. A esto se le suma la baja capacidad del río para retener y regular su agua, es decir para mantener su caudal. Eso sucede porque no es adecuada la interacción de los suelos, de la vegetación y del clima y con sus características físicas.
El tipo de suelo en donde está la cuenca del Manzanares, es en su mayoría bosque seco tropical, con presencia en la parte alta de bosque húmedo sub-andino y en la parte baja, de selva húmeda tropical.
Por: Alma Clara García
Santa Marta Vital / Samarios Sí Podemos
Para EL INFORMADOR