La magia navideña, está en La Perla

La tradición de la Navidad en el barrio Manzanares de Santa Marta

Especiales
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La ciudad se viste de rojo y verde; cuando llega diciembre en Santa Marta todo cambia.

El clima es diferente más amigable, se siente la brisa fría mezclada con el sol;  la ciudad renace de la mano de los innumerables turistas que la visitan, la población de la ciudad se duplica, los pájaros se despiertan más temprano.

En la Avenida Quinta los comerciantes hacen su agosto en diciembre, porque en agosto el calor no los deja. Al final del año Santa Marta pareciera levantarse de una siesta de media tarde que duró más de once meses.

Durante la niñez los mejores momentos de la vida, no del año, ¡de la vida!, ocurren en navidad y fin de año. Ser niño en navidad y vivir a orillas del mar Caribe es sinónimo y derecho de pasarse todo el día jugando y corriendo hasta que se acabe la tarde y el sol se oculte detrás del mar.


Samaria pasando navidad en otra ciudad

Por cuestiones de la vida, me toco irme un diciembre para Bogotá, lejos de mi madre y mis hermanos, sin duda alguno ese fue el diciembre más triste de mi vida.

Las palabras son pocas para describir la soledad que se siente un 24 de diciembre, en un apartamento demasiado pequeño y frio. Todo fue así: cené y miré televisión como en un día cualquiera y me acosté temprano, pero no pude dormir pensando en las casas que visitaba cuando era niña para hacer “La Novena”, en el sonido de las maracas y los sonajeros mientras cantábamos “Vamos, pastores vamos” o “Ven, ven, ven… ven a nuestras al almas Jesús…”. Casi podía sentir el olor de los buñuelos, el dulzor de la natilla y la a cena navideña.

Pensaba en los paseos con la familia para ver las luces en el Parque Simón Bolívar y en las calles adornadas de mi ciudad. Pensé que el fin de año sería mucho mejor, pero me sorprendí desde que salí: compré, sin hacer fila en el supermercado, vi las calles vacías e inertes, en realidad solo recuerdo haber visto pasar a dos personas, era una pareja que caminaba de prisa no sé si por el frío o tal vez por el temor de que los atracaran.

Esa noche soñé con la voz efusiva de un locutor de radio que en los parlantes de cada casa en Santa Marta anunciaba: “Pilas, que se está acabando el año…” seguido por el sonido de una sirena de emergencia y la canción de “Faltan Cinco Pa’ las Doce”.
Solo en ese momento supe el significado más profundo de vivir esta época rodeada de las personas que dan sentido a lo que hacemos y de cómo el entorno mágico de Santa Marta nos envuelve, sin darnos cuenta, en momentos de alegría y extrema felicidad.Supongo que esa es una de las mayores virtudes que tiene nuestra ciudad, hacernos felices sin que nos percatemos de ello.













Recuerdos de la época

Erika Beltrán

Esta época para mí significa un encuentro familiar lleno de luz, de amor, unión, perdón y vida; pero sobre todo una época de acercamiento con Dios, donde podemos agradecer con alabanzas, oraciones y sanas fiesta todo lo realizado y logrado durante el año, así mismo reflexionar por lo que no nos salió bien.
Como edil mi trabajo es arduo durante todo el año, porque las necesidades básicas insatisfechas no solo se ven en diciembre, pero sabemos que es una época donde los niños reciben un detalle, donde la comunidad espera por una cena, por una sonrisa, por un abrazo.

Yo Erika Beltrán tengo los recuerdos más lindos de la época tanto en mi niñez como ahora en mi adultez, y busco que ayudar a la población para que también pase por eso mismo que yo disfrute y disfruto.A partir del 20 de diciembre, continuó con jornadas en este caso son un tinte navideño, las cuales este año las repartí así:

  • Fiesta de navidad en el Asilo para compartir con los adultos mayores.
  • Cena de navidad para la población en condición de calle.
  • Recolección de concentrado para darles una navidad feliz a os animales (en condición de calle, mucho de ellos hambrientos y maltratados).
  • Entrega de regalos a los niños menores de edad de la Localidad Histórica Rodrigo de Bastidas.