“Mi proceso es un caso kafkiano”

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El exdirector de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade, habló con SEMANA sobre la cárcel domiciliaria que le impuso una jueza, sobre las acusaciones de la Fiscalía y el juicio que se le viene encima.

SEMANA: El lunes usted salió de esta, su casa, como un hombre libre y regresó con arresto domiciliario. ¿Cómo recibió esa determinación?

LUIS FERNANDO ANDRADE: Valoro la imparcialidad y la decisión de la juez en el sentido de que la Fiscalía pidió enviarme a la cárcel. Estoy detenido, pero por lo menos estoy con mi familia. Para mí es una situación muy triste después de trabajar muy duro por seis años en la ANI, de elevar el desarrollo de la infraestructura nacional, como lo dicen los expertos internacionales, y ahora me encuentro en esta situación.

SEMANA: ¿Qué opina de los argumentos de la jueza?

L.F.A.: La jueza de garantías no estaba decidiendo si hubo delitos o no. Esa decisión se tomará en el juicio. Ella definía solo si había alguna probabilidad frente a los cargos endilgados. En tres de los seis cargos que presentó la Fiscalía la jueza dijo que no había razón de ser. A mí me gusta pensar en términos de la justicia, que gane la verdad. Esa será la discusión en el juicio.
SEMANA: Miremos los tres cargos que ponderó la jueza. El primero es interés indebido en la celebración de contrato, en referencia al otrosí 6 que la ANI suscribió con la concesión Ruta del Sol 2. La jueza considera que usted aceleró ese contrato a favor de Odebrecht.

L.F.A.: Con todo respeto, creo que no valoró si los tiempos que se utilizaron fueron correctos. Desde el momento en que se firma el otrosí 3 hasta que se firma el otrosí 6 pasaron nueve meses. Es suficiente para hacer las revisiones de la interventoría, de la ANI y de los comités contractuales. Se puede decir que hubo extrema diligencia si se saca en tres días, no si trascurren nueve meses por todas las instancias. Pero además ese otrosí 6 era condicionado a las aprobaciones externas. En el momento en que se firman las aprobaciones internas ya están. Pero se necesitan muchas otras como la del Ministerio de Transporte, de Hacienda, de Planeación, del Conpes y del Confis. El otrosí decía que si no se obtenían esas aprobaciones, no era válido.

Todas se dieron. Entonces se firmó el acta de inicio. Incluso la más importante aprobación, el Conpes, se aprobó con firma del presidente Santos, del hoy fiscal Néstor Humberto Martínez como ministro de Presidencia, del vicepresidente Germán Vargas y todo el gabinete. ¿Cómo puede haber un interés indebido de mi parte por algo que acogió el gobierno en pleno?
SEMANA: El segundo cargo es un interés indebido en el proyecto para la navegabilidad del río Magdalena, el de Navelena. La jueza considera que hubo omisión en el proceso de caducidad, que debió hacerse más pronto por los incumplimientos de Odebrecht.

L.F.A.: Fíjese que en el cargo anterior me reprochan haber hecho las cosas muy rápido y ahora hacerlas muy despacio. Cuando llegué a la dirección encargada de Cormagdalena, ya estaban establecidos los tiempos de caducidad de ese contrato. Pedí el acompañamiento de la Procuraduría para que las decisiones se tomaran con gran transparencia. Cuando iba a vencer el plazo, recibimos una carta del banco diciendo que necesitaban tres semanas más para sacar adelante la oferta financiera. Lo discutimos con la gente de Cormagdalena y con la Procuraduría y hubo consenso de que dar esas tres semanas era correcto. La ley dice que el funcionario debe propender por salvar el proyecto, y tres semanas no son nada en un proyecto de esa dimensión. El plazo anterior otorgado había sido tres meses. Ese fue el único espacio que di. Decretar la caducidad es una decisión muy seria, no se hace mucho en el Estado, pocos hemos tenido la valentía de decretar caducidades. De no haber dado las tres semanas, seguro habría venido una demanda contra el Estado.

SEMANA: El tercer cargo es haber determinado el falso testimonio de Juan Sebastián Correa, el exsubalterno suyo en la ANI, detenido por participar de las coimas de Odebrecht. Correa dijo que realmente hubo cuatro o cinco reuniones entre usted y los directivos de la multinacional en casa del senador Bernardo ‘Ñoño’ Elías, pero usted afirma que fueron tres o cuatro, y que solo en una apareció un directivo brasileño, Eleuberto Martorelli.

L.F.A.: A la gente se le olvida, pero yo fui el primero en poner en conocimiento de las autoridades esas reuniones y eso le permitió a la Fiscalía comenzar a investigarlas. En las declaraciones iniciales de otros, incluyendo a Correa, no se había hablado de ellas. Las reuniones que he referido las refleja mi agenda personal, es lo que dice mi secretaria y es lo que dicen los registros en la ANI. Y lo ratifican los brasileños. La Procuraduría entrevistó bajo juramento a Ferracuti y a Martorelli. El primero dijo que nunca se había reunido conmigo fuera de la ANI. Y el segundo dijo que lo había hecho una vez, lo mismo que yo había afirmado antes. Entregué mi agenda a la Fiscalía y en la ANI están los registros de ingreso. Se dijo que yo los había alterado, luego la Fiscalía estableció que no. La justicia determinará quién miente.

SEMANA: ¿De qué se trató esa reunión con Martorelli?

L.F.A.: Ese encuentro fue en noviembre de 2014, después de que el Conpes ya había aprobado la vía Ocaña-Gamarra. Martorelli declaró que quería que le pagáramos sus reclamaciones y que no había sido exitoso. Me critican por haber tenido tres o seis reu-niones con un senador. Pero solo en 2013 y 2014 me encontré con 290 líderes políticos, congresistas, gobernadores, representantes, y con empresarios tuve como 2.000 reuniones. Eso da una idea de la intensidad de las relaciones que exigen las alianzas público-privadas (APP). La ANI debe tener buenas relaciones con el Congreso, con las regiones, con los bancos, con los concesionarios y con las comunidades. Tener reuniones con un senador es perfectamente normal en esas circunstancias y es lo que se esperaba del director de la ANI, más aún si ese senador es uno de los más votados y hace parte de una de las comisiones más importantes como la de presupuesto.
SEMANA: La Contraloría acaba de publicar una auditoría que da cuenta de “hallazgos fiscales” por más de 19.000 millones de pesos y fallas en la suscripción de los otrosíes 3 y 6 de la Ruta del Sol 2.

L.F.A.: Ese informe de la Contraloría al hablar de esos 19.000 millones está haciendo referencia principalmente a otro proyecto, al de la Concesión Transversal de las Américas. No se alude a Ruta del Sol. En lo que se refiere a esta y a detrimentos fiscales, el informe habla solo de dos ítems que solo tienen que ver con la ejecución. Dice que se demoró un peaje y que eso causó un detrimento patrimonial. La ANI le reclamó al concesionario la plata que se ahorró al no tener que operar el peaje durante el tiempo en que la comunidad se opuso.
SEMANA: ¿Y qué pasó con esa reclamación?

L.F.A.: El concesionario no aceptó eso y el tema se llevó ante el tribunal de arbitramiento, donde está en discusión. Si el tribunal dice que la ANI tiene razón, pues deben pagar el dinero. Y si dice que el concesionario la tiene, pues por esa vía también quedaría sin piso ese “hallazgo” de la Contraloría. El informe de la Contraloría no habla de detrimentos patrimoniales por 19.000 millones en Ruta del Sol. Está hablando de la Transversal de las Américas sobre problemas de atrasos. El informe no tiene que ver con corrupción, sino con el efecto económico de un atraso y de cómo se está compensando.

SEMANA: Pero el informe de la Contraloría respecto a los otrosíes 3 y 6 de Ruta del Sol 2 dice que era “improcedente” firmarlos.

L.F.A.: En 2015 la Contraloría hizo una auditoría sobre 2014 y analizó el contrato de adición a Ruta del Sol 2, y no hubo hallazgo fiscal ni penal. En este caso tampoco hay hallazgos sobre esa adición, la que señalan por el atraso de un peaje en Gamarra, no por la adición per se. No estamos de acuerdo con la Contraloría en que no se cumplieron los requisitos legales en la firma de la adición. Incluso, la jueza dijo que los conceptos del Consejo de Estado en lo referente al corredor vial y el que emitió el hoy fiscal Martínez como abogado para Ruta del Sol le dieron viabilidad jurídica a la adición. La jueza no cuestionó la legalidad, sino que se hizo con demasiada diligencia, lo que indicaría que estábamos respondiendo a las presiones.

SEMANA: Si está seguro de haber obrado correctamente, ¿por qué no apeló la medida de detención que le impusieron?

L.F.A.: En una situación tan difícil uno tiene que escoger entre soluciones subóptimas. A pesar de que estamos convencidos de que no debió darse una medida de aseguramiento, valoramos mucho que la haya podido tener en mi casa. En estos procesos hay que medir los riesgos de que algo salga mal, y decidimos no apelar. Tampoco apeló la Fiscalía ni la Procuraduría. Como usted dice, fue una decisión intermedia que todos aceptamos.

SEMANA: Todo el que resulta afectado por el trabajo de la Fiscalía dice que lo persigue, usted también. ¿Por qué lo haría?

L.F.A.: No lo sé, pero así lo percibo. Y lo siento así porque fíjese que estos delitos que me imputan no tienen mayor mérito. Ya tres de ellos la jueza de garantías de entrada los desestimó. Y ya le expliqué por qué los otros tres tampoco hacen mucho sentido. Buscar detención intramural para una persona que no ha recibido dinero es muy exagerado.

SEMANA: ¿Se equivocó al dejar el sector privado?

L.F.A.: No estoy seguro de si tomé la decisión correcta. El costo para mi familia y para mí es gigantesco, no creo que lo haría nuevamente. He reflexionado, se está hablando de los síntomas, pero no de la causa central de la corrupción: el clientelismo. Hoy, por la falta de buen gobierno corporativo y por el riesgo de estar en el sector público, es muy difícil sacar un proyecto adelante. Los grandes proyectos transforman un sector o una región, y permiten dar un salto a un país próspero y competitivo. Los candidatos no están hablando de eso. Ningún sistema de selección es infalible, pero un modelo robusto permite la llegada de personas idóneas y reduce los riesgos de corrupción.

SEMANA: Tiene un ejemplar de ‘El proceso’ de Kafka sobre el escritorio, ¿está leyéndolo?

L.F.A.: Ya lo leí. Hay muchas similitudes entre ese libro y mi caso, este es un caso kafkiano.