Parque Santander, el corazón de la vida nocturna

Ante la ausencia de autoridades, vendedores ambulantes ocupan los espacios públicos del parque, afectando a los negocios formales.

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Lo que surgió como una placita de mercado, se convirtió en el tiempo en la ‘zona rosa’ de Santa Marta. El lugar que es Monumento Nacional atrae diariamente a cientos de locales y visitantes. El comercio que rodea es lo que ha permitido que el lugar se conserve en buenas condiciones.



El Parque Santander, mejor conocido como “Parque de los Novios”, es uno de los sitios más atractivos de Centro Histórico de Santa Marta, concurrido a diario por samarios, turistas nacionales y extranjeros.

Se trata de un lugar lleno de contrastes, donde en las mañanas se instalan los jubilados a armar sus tertulias, en las tardes llegan los niños a corretear y en las noches los jóvenes y adultos en busca de un establecimiento donde comer o tomar.


Y es que el espacio que surgió como una placita de mercado, se convirtió con el paso del tiempo en el sitio de encuentro de la sociedad samaria, hasta llegar a ser hoy la zona rosa de Santa Marta.

El parque ha quedado rodeado de comercios como restaurantes, bares y discotecas, lo que ha hecho que el sector privado se involucre en la conservación del espacio, que está considerado Monumento Nacional desde 1959, cuando la ley 163 le dio este reconocimiento a todo el Centro Histórico.

Aunque es uno de los más organizados, como en todos los espacios públicos de la zona antigua de Santa Marta ya se empiezan a presentar fenómenos que tienen preocupados a los comerciantes formales, y es que en las noches se está haciendo común la presencia de trabajadoras sexuales, quienes inicialmente solo se apostaban en El Camellón o el Parque de Bolívar, pero que ahora se trasladan cada vez más hacia esta zona.

Rafael López, quien frecuenta el lugar, considera que la situación se podría controlar con mayor presencia de las autoridades, de manera que se pueda mantener el orden en uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad. “Actualmente se ve muy poco la policía”, critica.

Esta falta de asistencia policial hace que surjan situaciones como gente orinando al aire libre pese a que los locales de la zona tienen baños, personas que lanzan basura al suelo aunque el parque cuenta con canecas, vendedores ambulantes que ocupan espacios para competir con los negocios formales y que las calles aledañas colapsen debido al parqueo de los taxis en áreas no permitidas.



Acciones por el parque
Hasta hace un mes el piso del parque estaba deteriorado, debido a que había perdido parte del adoquinado con el que cuenta desde finales de 2009 cuando culminó la primera fase del llamado Plan Centro del Ministerio de Cultura, sin embargo, ante la cercanía de los Juegos Bolivarianos, el Distrito volvió a fijar la mirada en el espacio e hizo las reparaciones en suelo.

De resto, la estampa ha tratado de ser mantenida por el trabajo de privados. Recientemente la Corporación Santa Marta Vital salió en rescate de las zonas verdes, replantando arbustos en las áreas que lucían despejadas y mejorando el ambiente del lugar.

La meta de la organización sin fines delucro es lograr organizar a los comerciantes formales, para unificar las fachadas e iluminación de los negocios, de manera que se le pueda dar una imagen más uniforme y acogedora al entorno del parque.

Del parque de ayer al de hoy

Álvaro José Berríl, un docente que frecuenta el sitio, considera que el espíritu del parque ha cambiado con el paso del tiempo. Cree que pasó de ser un espacio para el deporte y la recreación, a uno comercial y turístico.

“Las personas de la época tienen anécdotas de sus juegos de futbol o las escondidas, de sentarse a estudiar en las bancas, las actividades que ya no se ven. Ahora la gente viene más a comer o a tomar, sobre todo los turistas”.

“Esto después de las 6:00 de la tarde es un espacio turístico, justamente por esa situación y tratarse de un Monumento Nacional hace que amerite mayor presencia de las autoridades, un buen mantenimiento y algún atractivo de luces, que no se vea solo como un área de estaderos y restaurantes”.

Cuando Santa Marta comenzó a crecer, a finales del siglo XVIII, la Gobernación mandó a rellenar esta zona que se inundaba para construir la Plaza de Carnes de la ciudad, cuenta Álvaro Ospino Valiente, arquitecto e historiador.
El lugar funcionaba desde las 5:00 hasta las 9:00 de la mañana, periodo en el que la gente de la época llegaba no solo hacer sus compras sino para armar “el chismorreo”.
En 1836 el Mercado fue trasladado hacia el Fuerte San Vicente, donde estuvo hasta 1861, cuando se inauguró la Galería de Mercado en la Plaza de San Francisco.
Tras dejar de funcionar como mercado, la gente comenzó a llamar “Placita Vieja” a lo que hoy se conoce como el Parque Santander, que quedó como un sitio de esparcimiento.
Fue en 1930 cuando la Sociedad de Mejoras Públicas,
fundada por José Benito “Pepe” Vives De Andréis, comenzó a darle la imagen actual que tiene el parque con su característico templete, donde tocaba la banda Santa Cecilia de la Policía departamental. Esas retretas atraían a las parejas, lo que hizo que al sitio se le llamara “El Parque de los Novios”.Por: Daniela A. García G.
https://www.youtube.com/watch?v=pqRxnxv1fAY

Redacción EL INFORMADOR
José Benito Vives De Andréis