Hermenegildo Segrera, por siempre el capitán

Parados de izq a der- Demóstenes Polo, Justo Palacios, Gustavo del Risco, Walter Moraes, Hermenegildo Segrera, Eduardo Rolando Ochoa. Abajo: Luis Montúlar, Ignacio Morales, Juan Valiente, Rubén Corra y Francisco Martiarena.

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Jugar en las calles del barrio la Esperanza de Santa Marta, en un terreno de la United Fruit Company (donde queda hoy Cajamag) y la fe en Dios, a parte de las condiciones atléticas, fueron aspectos claves para que Hermenegildo Segrera se convirtiera en futbolista profesional. 

Segrera aún recuerda como si fuera ayer todos esos momentos de gloria que el fútbol le ha regalado.
Segrera aún recuerda como si fuera ayer todos esos momentos de gloria que el fútbol le ha regalado.


Después de varios intentos fallidos, pudimos dar con la ubicación de la gloria del deporte samario. A sus 72 años el exjugador de Junior, Millonarios y Unión Magdalena sigue ligado a su gran pasión y en la cancha de la Universidad del Magdalena fue el escenario para conocer desde su boca su paso por el balompié.

En una institución en la que muchos jóvenes acuden a diario en búsqueda de cumplir uno de sus sueños, Segrera compartía con nosotros los que cumplió gracias al fútbol.

Hermenegildo Segundo Segrera Morano nació un 17 de junio de 1945, sus primeros pasos los dio en la calle 20 de la ciudad “dos veces santa”, en ese sector quedaba el hogar de sus abuelos.


Años más tarde junto a sus padres y sus ocho hermanos el menos de los Segrera Morano se mudaba al barrio La Esperanza, donde trascurrió la otra parte de su infancia y adolescencia.

En la calle 26 bis comenzó su pasión por el fútbol. En esa época en la que la tecnología no era la dueña del mundo, Hermenegildo junto a sus vecinos armaban arcos de piedras y allí empezaban los tradicionales clásicos callejeros “cinco pa cinco”, el último que haga el gol gana, tenía 12 años.

Tres años más tarde llegaría una escena empezaría a rumbar su destino. Escondidos de su familia, con tan solo 15 años jugaba su primer torneo organizado y en la categoría libre.

Su equipo- Sastrería Cubana hizo un brillante torneo que lo llevó a la final. En dicha instancia se enfrentaría al siempre favorito en esa época, Bavaria, sin embargo a él no le importaba tanto el rival, sino que tenía que enfrentarse a uno de sus hermanos- Diocreciano Segrera. 

Con la selección Colombia se dio el lujo de colgarse el brazalete de capitán, jugar las Eliminatorias al Mundial de Inglaterra 66, México 70 y Alemania 74, además de marcar varios goles, dos de ellos en Santiago en el 65.
Con la selección Colombia se dio el lujo de colgarse el brazalete de capitán, jugar las Eliminatorias al Mundial de Inglaterra 66, México 70 y Alemania 74, además de marcar varios goles, dos de ellos en Santiago en el 65.


En ese momento Hermenegildo, quien jugaba el torneo escondido salió del anonimato para enfrentarse a su sangre. En esa tarde, el menor de los Segrera recibió ese baño de gloria de ese Dios al que le pedía todos los domingos sagradamente cuandovestido blanco con corbatín asistía a misa.

En un partido complicado, digno de toda final, Sastrería ejecutó un tiro de esquina desde el costado derecho y el balón sobraba al portero, en el segundo palo, sin marca, estaba Hermenegildo, solo le puso el pecho para que la esférica traspusiera la raya de gol. Con ese tanto el equipo costurero se quedaba con el título.

 Ese día no todo fue felicidad para el menor de los Segrera, tuvo que ver a su hermano llorar. “Recuerdo que me dijo, más nunca vas a jugar en contra mía, desde ahora vas actuar junto a mí en Bavaria”, expresó Hermenegildo.

Un año después (1963), ya jugando para Bavaria, asistió a una convocatoria para sacar la selección juvenil del Magdalena. Allí con un año menos de la edad tope impuso su calidad y se quedó con un puesto. Andrés“Bolón” Acosta se convertiría en su primer entrenador y Felipe Fernándezen el preparador físico.

En su primera experiencia representando los colores del departamento la suerte no lo acompañó, quedaron eliminados en la primera ronda de un Campeonato Nacional que se disputó en Cundinamarca.

En 1964 volvió a ganarse un puesto en la selección departamental y esta vez acarició la gesta. En tiempo extra perdieron por la mínima diferencia ante los locales- Ibagué.  En ambos torneos actuó como lateral derecho.

Llamado a la selecciуn

Colombia absoluta

Reza un refrán: “al que le van a dar, le guardan” y Dios como que tenía planificado eso para Hermenegildo. Su ingreso a la selección nacional se dio con el “viento a favor”.

En el año de 1965 llegaban las Eliminatorias al Mundial de Inglaterra 1966, sin embargo, Colombia que había actuado en Chile 1962, su primera Copa del Mundo, tenía un problema para encarar el Premundial.

En aquel entonces, Colombia tenía dos entes rectores: la Asociación de Fútbol y la Federación de Fútbol y en esa pugna fue el primer ente nombrado el que se quedó con la participación a las Eliminatorias.

 Colombia tuvo que armar un equipo mezclado entre profesionales y amateur para enfrentar a Chile y Ecuador, que componían el grupo 11 de la Fifa.

En ese tiempo a la empresa Bavaria, sede Santa Marta, llegaba una invitación a Hermenegildo para hacer parte de la preselección Colombia con miras al Premundial.

 Segrera recuerda que fue citado a la gerencia de la empresa “en ese momento me pregunté ¿qué hice mal, será que me van a botar?, al entrar a la oficina el gerente Eduardo Dávila Riascos me pregunta ¿por qué no quieres ir a la selección Colombia?, yo le respondí que no quería perder mi empleo, entonces el jefe con quien siempre estaré agradecido me dijo: tiene una licencia remunerada de 45 días e inclusive me los canceló enseguida”, expresó Segrera.

A sus19 años se iba a Barranquilla para participar en la convocatoria. Cuando llega el grupo ya varios entrenamientos acumulados y elentrenador Antonio Julio de La Hoz tenía el equipo titular definido. Sin embargo, Segrera no perdía las esperanzas de ganarse un puesto.

“Yo desde que llegué, empecé a trabajar, en mi mente estaba meterme en el equipo titular. Resulta que los suplentes en los entrenamientos anteriores no le habíanganado a los titulares y en esa práctica le empatamos con un gol mío, lo marqué luego de un tiro de esquina. El día siguiente, en otro entrenamiento ganamos 1-0 con gol de Segrera y en el último fogueo también ganamos 2-1 con dos tantos míosjugando como central”, relató el exjugador quien en total marcó cuatro dianas las cuales le dieron un puesto en el once inicial, además se ganó la cinta de capitán.  

Con 19 años jugó las Eliminatorias del Mundial del 66 en las que Colombia, siendo el jugador más joven. La actuación de Colombia no fue le alcanzó para clasificar, sin embargo Segrera festejó un triunfo ante Chile en Barranquilla y marcó dos goles en Santiago, en la derrota 7-2 ante la Roja.

 

Debut en el fъtbol

profesional colombiano

Al regreso a casa las “novias le llovieron” a Segrera. Colo Colo y Millonarios fueron los clubes que más pugnaron para tenerlo en sus filas, “pero en ese tiempo uno era mayor de edad a los 21 años y entonces mi familia no queríaque me fuera lejos y terminé quedándome en Barranquilla, allí se empezó a formar el Junior”.

En 1966 con la camiseta del cuadro “Tiburón” Hermenegildo se estrenaba como profesional en el balompié colombiano. Con los colores rojiblancos jugó hasta el 70, siendo subcampeón en esa última temporada.

“Nos ganó el título el Cali, yo diría que no los robaron. Jugábamos como visitante, con el empate éramos campeones, recuerdo que hicimos un gol, fuimos a celebrar lo invalidaron por un supuesto fuera de lugar, ellos sacaron y marcaron mientras nosotros estábamos festejando”.

Al finalizar ese torneo el Junior pasó a manos de los periodistas de la ciudad, quienes quisieron bajarle el sueldo al central samario que de inmediato pensó en cambiar de aires.

Luego de un entrenamiento y llegando a su casa, ubicada en la calle 72 con 43 de la “Arenosa”, recibió una llamada telefónica. “Aló, lo saluda Gabriel Ochoa Uribe, ¿sabe quién soy?, recuerdo que respondo no sé y él me dice soy e técnico de Millonarios, ¿le gustaría jugar con nosotros? Sin pensarlo le dije que sí”, comentó el ahora entrenador de categorías menores del balompié samario.

Ese mismo día el samario tomó un vuelo con destino a Bogotá, se hizo los exámenes y se convirtió en jugador de Millonarios. El medico lo puso en como volante seis.

Con el elenco azul actuó cinco temporadas, en la primera que fue en 1971 obtuvo el subcampeonato y el año siguiente consiguió su única estrella.

Vistió los colores del Unión

por amor y agradecimiento

En el 75 lo atacó esa nostalgia de jugar en su tierra y también de agradecerle a Eduardo Dávila Riascos (padre de Eduardo Dávila Armenta), quien lo impulso para jugar al futbol profesional. Hasta el 79 jugó con el Unión Magdalena. Después se convirtió en asistente técnico de Perfecto Rodríguez.

Segrera  quiso incursionar en el mundo de la dirección técnica, tuvo surte en la categoría C al ser campeón con el unión y el Sporting de Barranquilla sin embargo, por problemas con los dueños de ambos equipos tuvo que abandonarlos y desde allí comenzó a trabajar con categorías menores, tarea que continua realizando.

Segrera quien tuvo cinco hijos, cuatro hombres y una dama, es uno de los grandes futbolistas que ha brotado de la tierra de Bastidas y a quien nadie le robará la dicha de ser fundador de Junior, campeón con Millonarios y capitán de la selección nacional con 19 años.
https://www.youtube.com/watch?v=qvjN2KE5wsU

“Voce otra vez”

De su trayectoria futbolística Hermenegildo Segrera son muchas las historias que tiene que contar, sin embargo, de todo lo vivido, guarda una como la más especial.

Siempre la fe por delante y el agradecimiento a Dios, señala que ese ser supremo fue quien le dio la oportunidad de jugar en cuatro oportunidades contra el considerado mejor jugador en la historia del fútbol: Pelé.

El 25 de enero de 1967 fue el día que Hermenegildo marcó por primera vez a Pelé, era un partido entre Junior- Santos que se disputaría en el estadio Romelio Martínez de Barranquilla.

 El partido finalizó igualado a tres. Los goles del Junior fueron logrados por Othon Alberto Dacuhna a los 7 minutos; Toño Rada, 15 minutos; y Walberto Maya a los 66 minutos. Mientras que Toninho anotó triplete por el Santos.

El 19 de agosto de 1971 volvería a verle la cara a Pelé. Esta vez el samario con la camiseta de Millonarios celebraba el triunfo 1-0 ante el Santos, el gol lo marcaba Jorge “tato” Gonzalez.

Con la selección Colombia también tuvo la oportunidad de enfrentarse en dos ocasiones al ídolo brasilero. En Bogotá perdieron 0-2 y en Brasil 6-2.

“Como yo era capitán, intercambiábamos banderín y nos habían visto en esas tres ocasiones anteriores, en esta nueva oportunidad me dijo Pelé: “voce otra vez”. Es algo especial para mí, una de las anécdotas más importante y la comparto como orgullo, un regalo que me dio el fútbol, eso siempre se los digo a mis hijos, amigos y la nueva camada de entrenadores”, expresó Segrera, quien añadió “en ninguno de los partidos Pelé marcó y eso no fue porque yo lo marqué, sino Dios”. 

Por Víctor Peñaloza

Redactor  EL INFORMADOR


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