¿Qué hay detrás de esta imagen en la que se observa la silueta de una persona con algo que alza en sus manos? ¡¡Pues es la comida para Marisa!!.
La escena no pudo ser más significativa. Ayer, cuando desde tempranas horas de la tarde en la ciudad se registró una lluvia continua, en El Boro se dio un acontecimiento digno de admirar.
Un grupo de damas, voluntarias, llegó al sitio a entregar el producto de su obra social: arroz con pollo cocinado por ellas mismas, calientico y con exquisito aroma y jugo. Con sus contendores, el grupo se acercó e inició el llamado a los habitantes de la calle que se encontraban en el lugar, quienes poco a poco se fueron acercando a recibir el alimento.
De las inundadas calles del sector fueron apareciendo, en sus raídas vestiduras, mojados por la lluvia pertinaz. Tomaban su arroz y su jugo, agradecían y hacían bromas con el grupo benefactor.
Entonces al final del gran lago de aguas servidas se vio la figura de una mujer que con dificultad y apoyada en un bastón, caminaba hacia el sitio del reparto. De repente se detuvo y vio que en sus condiciones, nunca podría atravesar el rio furioso de aguas negras que la separaba del grupo benefactor. Entonces, uno de los indigentes pidió la comida para Marisa y dijo "yo se la llevo".
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Acto seguido gritó " Marisaaaaaaaaaa. Quédate ahííí! Yo te llevo tu comidaaaaa!.
Y así fue. Ante los ojos asombrados y llorosos de las damas y de los patrulleros que acompañaban la labor, el indigente atravesó el río de aguas putrefactas, con el brazo alzado llevando la comida, avanzando a paso lento hasta que alcanzó la otra "orilla" en donde lo esperaba, hambrienta, Marisa.
Y Marisa comió.
