Apuestas, en ‘off’

Según Coljuegos, las empresas más grandes están interesadas en registrar sus operaciones en Colombia, precisamente porque se le va a poner orden a un negocio en el que hay una gran informalidad y mucha piratería.

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Colombia es el primer país de América Latina que reglamenta las apuestas por internet. Por eso, las autoridades van a bloquear más de 300 sitios, incluidos los más famosos, en los próximos días. ¿Qué pasará con páginas como Pokerstars, Bwin o Bet365?

Algunos de los futbolistas más famosos del mundo, como Neymar o Ronaldo, sirven de imagen a varias de las casas de apuestas en línea o por internet más grandes del planeta. Miles de colombianos arriesgan por cabeza, en promedio, 14.000 pesos al día en estos sitios, según una encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría.
Aunque Coljuegos, entidad que regula los juegos de suerte y azar, no sabe aún cuánto mueve este negocio al año, sí cree que en los más de 300 sitios que frecuentan los colombianos se pierde buena parte de los 350.000 millones de pesos que el Estado dejó de recoger en impuestos por este tipo de actividades.

Dineros que van directamente a financiar el sistema de salud.
Para poner la casa en orden, el gobierno empezó desde 2015 a crear un marco legal y normativo para que las empresas que ofrecen en internet apuestas deportivas, juegos de cartas, bingos o casinos, entre otros, deban registrarse y cumplir, para operar legalmente, requisitos muy similares a los que deben llenar las otras empresas que ofrecen juegos novedosos en Colombia.
“Somos el primer país de América Latina que regula estos juegos, y lo hicimos revisando no solo legislación de España, Francia, Reino Unido, las más avanzadas sobre la materia, sino otros elementos técnicos o tendencias de juego. Esto va a permitir obtener más recursos para la salud y garantizar que los colombianos que usan estas páginas tengan la seguridad de que no los van a estafar y que les van a pagar sus premios”, dijo Juan Pérez, presidente de Coljuegos.

Además de cumplir varios requisitos financieros, técnicos y tecnológicos, las empresas que quieran prestar estos servicios deben pagar unos 600 millones de pesos por los derechos de explotación, garantizar el pago de premios y los impuestos correspondientes.
Pero como hasta ahora ninguna compañía ha decidido formalizar sus operaciones, así muchas hayan mostrado su interés, Coljuegos le acaba de pedir al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y a la Policía bloquear el acceso desde el país a más de 300 sitios de apuestas de internet, entre los que están unos tan conocidos como Pokerstars, Bwin, Bet365, Sportwin.co, Playbet, Foxfoxbet, Playbet, Betmotion o Casino.bet365, entre otros.

Todos los proveedores de internet en Colombia deberán acoger esa medida. 
El gobierno cree que si bien muchas empresas empezarán a migrar sus dominios o a crear otros para evadir los controles que empezarán a regir, lo más seguro es que en poco tiempo un número importante se acogerá a la nueva normativa, que otros países están siguiendo para adoptarla. 
Esto, porque así como hay requisitos exigentes, también el Estado les ofrece beneficios. En la reforma tributaria se eximió de pagar el IVA del 19 por ciento a quienes apuestan en internet, lo que va a atraer a empresas y jugadores. Esto, porque en otros juegos una apuesta de 10.000 pesos se reduce de inmediato a 8.100, mientras que las que se hagan por red no se verán afectadas, lo que aumenta el monto de las apuestas y de los premios.

Según Coljuegos, las empresas más grandes están interesadas en registrar sus operaciones en Colombia, precisamente porque se le va a poner orden a un negocio en el que hay una gran informalidad y mucha piratería. La apuesta del gobierno es alta y tiene riesgos, sobre todo por la rapidez con la que evoluciona la tecnología y las posibilidades que ofrece el lado oscuro de la red, especialmente para los informales y los ilegales, o por las dificultades que ha tenido para controlar servicios como Uber. 
Pero si logra tener éxito, sin duda se ganará el

premio mayor: ser el primer país en América Latina en controlar este jugoso y creciente negocio y en obtener una fuente importante de impuestos. Las balotas están rodando.