El viacrucis de Víctor

Víctor Maldonado llegó a ser el principal accionista del Grupo InterBolsa. Ahora su batalla es lograr que le decreten detención domiciliaria debido a su hipertensión arterial e hipercolesterolemia.

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ALIANZA SEMANA-EL INFORMADOR 

Desde febrero de este año, cuando no atendió la citación de la Fiscalía que le iba a imputar graves cargos dentro del proceso del Fondo Premium, Víctor Maldonado le agregó un lío más a su situación con la justicia. Se expuso a un penoso proceso de extradición desde España hacia Colombia y a la espectacularidad mediática, que no lo baja de cerebro de la debacle de InterBolsa.

 

Lo peor es que no le sirvió esa estrategia, con la que intentaba protegerse en España por su condición de nacional de ese país. Finalmente, el pasado viernes llegó a Bogotá, traído directamente por el Director del CTI. Ahora está en el búnker de la Fiscalía esperando que le definan el sitio donde será recluido.

Mucho se ha dicho acerca del papel que jugó este empresario en el escándalo del Grupo InterBolsa. No todo es cierto. Para empezar, Maldonado no fue el cerebro de todo el tinglado de InterBolsa y el Fondo Premium. Sin embargo, sí fue un actor principal en esta historia pues, según las autoridades, estaba al tanto de muchas de las irregularidades que cometieron en este grupo y que afectaron a miles de inversionistas.

Maldonado llegó a ser el principal accionista del Grupo InterBolsa. En esta condición se convirtió en el mayor jugador en la especulación de repos, que terminaron incumplidos, con las acciones de InterBolsa. Por cuenta de ello, es responsable por cerca de 38.000 millones de pesos de los 70.000 millones comprometidos en los repos hechos con esa acción.

Por otro lado, Maldonado es uno de los grandes beneficiarios del Fondo Premium por los préstamos que recibieron sus empresas. Según el liquidador del fondo, Alejandro Revollo, debe unos 45 millones de dólares con intereses de mora incluidos.

Pero este no es el mayor problema. Como la Superintendencia de Sociedades lo ha hecho responsable por la captación de Premium, Maldonado es solidario, con el resto de los vinculados, por el monto total de las reclamaciones que ascienden a unos 340.000 millones de pesos. Por lo tanto, Maldonado no solo debe dar los 45 millones de dólares que le corresponden, sino pagar por todos los implicados que no han cumplido, incluyendo principalmente a Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo.

Maldonado y sus abogados insisten en que solo fue beneficiario de créditos, y que nada sabía sobre el asunto de la captación. Sin embargo, las autoridades sostienen que si bien no era el director de la orquesta, si estaba al tanto de la música. La Fiscalía le imputó cuatro cargos: estafa, captación masiva de dinero, negativa de reintegro de dinero y concierto para delinquir.

En las últimas semanas, a través de su página en internet, Maldonado y su familia han dicho que el empresario "siempre ha estado dispuesto a pagar sus deudas, no importa en qué lugar se encuentre". Sin embargo, en esto ha habido más palabras que hechos concretos.

El empresario, en una carta que envió hace varias semanas a la Superintendencia de Sociedades, planteó pagar su deuda con los mismos bienes que ya le tienen embargados. Calcula dichos activos en 130.000 millones de pesos y propone entregarlos a una fiducia. La propuesta busca que se le quite la medida de intervención para así levantar los embargos que pesan sobre el resto de sus bienes. Esto tiene dificultades porque, como se dijo anteriormente, su intervención no es solo por su calidad de deudor, sino porque la Superintendencia lo considera responsable y beneficiario de la captación. En cualquier caso, primero tiene que haber una asamblea de acreedores del fondo para saber si están dispuestos a aceptar un plan de desmonte.

Ya en Colombia, la batalla de Víctor Maldonado será lograr que le decreten detención domiciliaria. Su familia informó que un parte expedido por un médico neurólogo en Madrid la semana pasada da cuenta de su delicada situación.

Según este informe, presenta hipertensión arterial e hipercolesterolemia. También pérdida de memoria a corto plazo, ciertas deficiencias en la atención sostenida y control mental y fallas en la orientación espacial. Todo además del cáncer de próstata que le fue diagnosticado.

En Colombia, Maldonado ha interpuesto 25 recursos y 12 tutelas contra los autos de la Superintendencia. Los ha perdido todos. Ahora, su última carta para no ir a prisión es su salud y su edad, pues tiene 70 años. Por lo visto al empresario le espera un proceso nada fácil.

 



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