Comenzó en Estados Unidos y fue ganando terreno en empresas de todo el mundo: llevar el perro al trabajo funciona como motivación del empleado y ayuda a mejorar el clima laboral.
Fieles a su misión de “unir a las personas a través de experiencias en vivo” y motivados por generar que cada vez que sus colaboradores fuesen a la oficina tuviesen una “experiencia única”, Eventbrite (la mayor plataforma tecnológica de eventos del mundo) adoptó desde la filial central en San Francisco (EE UU) el programa “Barklings”.
La plataforma de venta de entradas e inscripciones a eventos ideó esta iniciativa que permite a los empleados llevar a su mascota al trabajo, obviamente respetando ciertas reglas para que la convivencia entre humanos y canes sea 100 % armoniosa.
El programa ya recibe entre cinco y siete perros a diario y no tiene restricciones de razas: desde un bulldog francés hasta un rottweiler, todos son bienvenidos.
“Barklings genera un ambiente laboral mucho más distendido e impulsa el intercambio entre compañeros. Los que no tienen mascotas en casa disfrutan también de su compañía y el impacto es muy positivo. A media mañana los dueños los sacan a pasear y a jugar, es un recreo para ambos donde se distienden y recargan energías”, señala María Emilia Palá, del equipo de Recursos Humanos de la empresa.
El programa establece que son los dueños los responsables de los perros, ellos se encargan de traerles el alimento, el agua, de limpiar lo que ensucien y deben ser supervisados en todo momento. La responsabilidad también alcanza los probables ruidos o ladridos.
¿Cómo es la convivencia diaria? Además de los paseos matinales, las mascotas cuentan con un sector para hacer sus necesidades, y esta regla se cumple a la perfección. Junto a sus escritorios, los empleados que llevan a sus mascotas guardan colchones y elementos de juegos, y se mantienen atentos al comportamiento de sus compañeros caninos, como en el caso de “Morato”, un perrito rescatado por su dueño y uno de los Barklings más nuevo.