Unicef dice que 21 millones de niños no se vacunan cada año contra sarampión

En 2017 murieron 110.000 personas a causa del sarampión, en su mayoría niños

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Para conseguir una inmunización son necesarias dos dosis. A nivel mundial, la cobertura de la primera es del 85 % y la segunda del 67 %.

Nueva York (EFE).- Unicef calcula que 21,1 millones de niños no se vacunan cada año contra el sarampión, lo que supone que entre 2010 y 2017 alrededor de 169 millones de menores no recibieran la primera dosis de la inoculación contra esta enfermedad, según un estudio publicado este miércoles.

Unicef llama la atención sobre los nuevos brotes de esta infección en todo el mundo, de la que ya se han detectado más de 110.000 casos a nivel global en 2019, un 300 % más que en el primer trimestre de 2018.

En 2017, de acuerdo con los datos de la organización, murieron 110.000 personas a causa del sarampión, en su mayoría niños, un 22 % más.

"El caldo de cultivo de los brotes mundiales de sarampión de los que somos testigos hoy en día se estableció hace años. El virus del sarampión siempre encontrará a niños sin vacunar. Si realmente queremos evitar la propagación de esta peligrosa pero evitable enfermedad, debemos vacunar a todos los niños", afirmó la directora ejecutiva del organismo, Henrietta Fore.

Fore llama también a no distinguir entre los niños procedentes de países con mayor abundancia de los más pobres, puesto que si bien la situación en los países de menores rentas es grave, en aquellos con mayores ingresos se está agravando. Precisamente en el barrio neoyorquino se ha declarado una emergencia sanitaria por el rechazo de la comunidad ortodoxa judía a vacunarse.

Para conseguir una inmunización contra el sarampión son necesarias dos dosis: a nivel mundial, la cobertura de la primera es del 85 % y la segunda del 67 %, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda un umbral del 95 % para lograr la "inmunidad colectiva".

En los países más ricos, la cobertura de la primera dosis es del 94 % en tanto que la segunda baja hasta el 91 %, afectados entre otros por falta de acceso, sistemas de salud deficientes, la complacencia o el temor y el escepticismo con respecto de las vacunas.