En su sexta jornada, la operación de búsqueda del niño que cayó en un pozo en España encontraba este viernes nuevos obstáculos que ralentizaban los trabajos, con los expertos advirtiendo que todavía pasarán días antes de llegar a él.
Desde que cayó el domingo en el pozo abandonado de 25 centímetros de diámetro y más de 100 metros de profundidad en la sierra de Totalán, Andalucía (sur), no se han tenido señales de que el pequeño Julen siga con vida.
De todas maneras, la operación de búsqueda continúa sin descanso y las autoridades esperaban comenzar este mismo viernes a excavar un túnel vertical paralelo al pozo, una tarea que se había retrasado por los obstáculos encontrados durante los preparativos.
"La geología y estratigrafía del terreno es complicada", dijo a periodistas el ingeniero Ángel García Vidal, indicando que el equipo se topó con "un macizo rocoso, un afloramiento de pizarra muy dura, y por tanto eso está ralentizando los trabajos".
Una vez que comience la perforación como tal, para lo que han sido traídas las máquinas "de mayor potencia del mercado" incluso desde Madrid, podría tardar 15 horas "en condiciones favorables", dijo García Vidal, quien dirige el equipo de técnicos.
Cuando se alcance una profundidad de unos 80 metros, a la que se calcula estaría atrapado el niño, un equipo de rescate de mineros será el encargado de conectar el túnel con el pozo, para dar con Julen.
Preguntado sobre si eso ocurrirá antes del lunes, García Vidal se limitó a señalar: "Esperemos que así sea".
Otro túnel cavado en dirección oblicua también avanzaba lentamente por las condiciones del terreno.
Julen cayó al pozo mientras jugaba cerca de donde sus padres almorzaban el domingo pasado, desatando una operación de búsqueda contrarreloj que ha mantenido en vilo al país.
Cuando ocurrió el accidente, el pozo carecía de señalización, y una fuente del gobierno de Andalucía señaló que el empresario no había solicitado los permisos necesarios para hacer esa obra.
