Francia y Alemania reafirman su amistad un siglo después de la I Guerra Mindial

Después de la ceremonia, Merkel y Macron departieron con varios jóvenes asistentes al evento, a quienes el francés recordó que las más de siete décadas de paz en Europa

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Lo que en 1918 fue un encuentro entre vencedores y vencidos ha cambiado de naturaleza hasta el punto de convertirse en una de las sociedades más consolidadas del mundo actual.

París (EFE).- Un siglo después del final de la Primera Guerra Mundial, Francia y Alemania sellaron la alianza que les une día con un acto de gran carga simbólica en el mismo lugar en que las potencias aliadas y los alemanes acordaron acallar las armas.

Lo que en 1918 fue un encuentro entre vencedores y vencidos ha cambiado de naturaleza hasta el punto de convertirse en una de las sociedades más consolidadas del mundo actual.

Así lo demostraron entre gestos de afección y complicidad, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, que se convirtió en la primera mandataria de ese país que visita el lugar.

La ceremonia celebrada en el Memorial del Armisticio en Compiègne (al norte de París) fue un contrapunto a la tensión que se respiró horas antes en la entrevista que mantuvieron el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Macron en el Elíseo.

El francés y la alemana, que no dieron ningún discurso, se limitaron a recordar con solemnidad a los caídos en la Gran Guerra y firmaron en el Libro de Oro del "Vagón del Armisticio", un modelo exactamente igual al que sirvió como oficina al mariscal francés Ferdinand Foch y acogió el armisticio.

Convertido en un símbolo del oprobio para la Alemania nazi, Adolf Hitler se tomó su venganza al hacer que Francia presentase su capitulación en 1940 en ese mismo vagón-restaurante 2419D.

Las firmas de Macron y Merkel serán las últimas palabras que recoja el Libro de Oro, para confirmar el cierre de esa página de la historia, según explicó a Efe en una reciente entrevista el presidente del museo, Bernard Letemps.

Después de la ceremonia, Merkel y Macron departieron con varios jóvenes asistentes al evento, a quienes el francés recordó que las más de siete décadas de paz en Europa sólo han sido posibles porque los países, especialmente Francia y Alemania, así lo han querido.

Para Macron, la etapa de Compiègne supuso la penúltima escala de lo que ha denominado como su "itinerancia de la memoria", un recorrido que a lo largo de la última semana le ha llevado por los principales escenarios de la Primer Guerra Mundial.

En su gira, ha celebrado actos con la primera ministra británica, Theresa May, con el presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, y con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.

Pero sobre todo, le ha servido para tratar de acercarse a algunas de las regiones más deprimidas de su país y recuperar el pulso de la calle, en un momento en que su popularidad se halla en el punto más bajo, con sólo un 27 % de aprobación a su gestión.

El acto central que coronará esta semana de conmemoraciones tendrá lugar mañana, cuando 72 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo se reúnan a los pies del Arco del Triunfo en París para rendir homenaje a las 16 millones de víctimas de la contienda.

Suzanne Noël, la mujer quereconstruyó las caras rotas de la Gran Guerra

Los cuatro años de empeño, en los que también perdió a su primer maridosirvieron para marcar las pautas en las que desarrolló su carrera, donde la cirugía se convirtió en un acto de militancia.

París (EFE).- Pese a ser una práctica deslegitimada antes y después de la Gran Guerra, la cirugía reparadora logró devolver su rostro a 15.000 soldados franceses, gracias en parte al trabajo inédito de Suzanne Noël, una de las precursoras de las intervenciones plásticas.

Con la inauguración de una estatua en su honor en Annecy (este), que será desvelada hoy en el centenario del armisticio, muchos redescubren la figura de Noël (1878-1954), que devolvió la forma humana a estos hombres rechazados por la sociedad, pues representaban la desgracia que todos querían olvidar.

Los cuatro años de empeño, en los que también perdió a su primer marido, el doctor Henri Pertat, sirvieron para marcar las pautas en las que desarrolló su carrera, donde la cirugía se convirtió en un acto de militancia.

"En la guerra de 1914, el gran número de 'gueules cassées' (caras rotas) hizo que fueran visibles en la sociedad, más que en conflictos recientes. Ya no mostramos y no vemos a los heridos de guerra", cuenta Sophie Delaporte, autora del libro "Visages de guerre" ("Rostros de guerra").

Las múltiples operaciones a las que se sometieron estos hombres les permitieron continuar forjando lazos en su vida íntima, la mayoría consiguió formar una familia, pero no renovar sus vínculos con la sociedad "que veían en ellos la violencia de en lo que se habían convertido", según Delaporte.

Suzanne Noël, una de las precursoras de las intervenciones plásticas.  Foto Montevideo Portal
Suzanne Noël, una de las precursoras de las intervenciones plásticas. Foto Montevideo Portal
La paz más frágil nació en un vagón en medio del bosque

El 11 de noviembre, cerca de agotarse el plazo, las delegaciones volvieron a reunirse, a las 02.15 de la madrugada, y tres horas después firmaron los 24 artículos del armisticio.

Compiègne (Francia (EFE).- Toda la fragilidad de la paz más efímera, la que vivió el mundo de 1918 a 1939, se concentra en un sencillo vagón de tren, escenario del armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial hace ahora cien años.

Con cuerpo de madera y chasis de acero, el vagón-restaurante 2419D acogió en un bosque en Compiègne, a unos 70 kilómetros al norte de París, a un grupo de militares y diplomáticos de largos bigotes. Genuinos especímenes de aquello que Stefan Zweig denominó "el mundo de ayer".Aquellos hombres, representantes de Francia, el Reino Unido y Alemania, rubricaron el final de más de 4 años de combates en un vagón que, dos décadas después, se convertiría paradójicamente en símbolo de la capitulación francesa ante Adolf Hitler.

Los alemanes recibieron con consternación las draconianas exigencias que les imponían los vencedores -como devolver Alsacia y Lorena o unas astronómicas compensaciones materiales. MundoAntiguo
Los alemanes recibieron con consternación las draconianas exigencias que les imponían los vencedores -como devolver Alsacia y Lorena o unas astronómicas compensaciones materiales. MundoAntiguo
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