El máximo órgano de decisión de la ONU abordará el tema en una reunión formal y en otra informal organizada por los países europeos.
La situación de esa región, el último gran bastión de la oposición armada, será abordada mañana en Teherán por los presidentes de Rusia e Irán, que respaldan al Gobierno sirio, y de Turquía, que apoya a algunos grupos rebeldes.
En un mensaje dirigido a esa cita, los países europeos llamaron a los tres garantes a proteger el alto el fuego en Idleb y advirtieron de las posibles consecuencias de los combates.
"Una ofensiva militar a gran escala en Idleb pondría en riesgo la vida de más de tres millones de civiles, incluidos un millón de niños", señaló el embajador sueco ante la ONU, Olof Skoog.
El diplomático leyó a los periodistas una declaración en nombre de los cinco miembros europeos del Consejo de Seguridad (Suecia, Polonia, Holanda, Francia y el Reino Unido), de Italia -que compartió su mandato con Holanda- y de Alemania y Bélgica, que ingresará en el órgano el próximo mes de enero.
Acompañamiento
Los embajadores de los otros siete países acompañaron al sueco en su comparecencia, minutos antes del inicio de una sesión del Consejo de Seguridad sobre el uso de armas químicas en Siria.