“En México, BMW está en casa”. El fabricante de coches alemán, el último blanco de los ataques de Donald Trump, mantiene sus compromisos de inversión en el país pese a las amenazas del presidente electo de EE UU.
El ministro de Economía y número dos del Gobierno alemán, Sigmar Gabriel, entró también en la polémica con una advertencia a Trump: si aprueba medidas proteccionistas, los efectos negativos también se harán notar en EE UU, que tendrá una industria “peor, más débil y más cara”. Gabriel recomienda que, en lugar de imponer aranceles a los automóviles alemanes, EE UU fabrique “coches mejores”. Y reproche de que BMW no produzca suficientes automóviles en EE UU, el ministro alemán recordó que la planta más grande de la empresa está en ese país. “