Santiago, Chile (AP) — Un paro nacional convocado por la principal central sindical chilena logró escasa adhesión, ya que solo se tradujo en una tranquila marcha en el centro de la capital sin que se paralicen las tareas.
La finalidad del paro era protestar contra el sistema de pensiones, la salud pública y demandar una reforma constitucional que, entre otros puntos, incluya una ley laboral que consagre la titularidad sindical en las negociaciones colectivas, que según una decisión del Tribunal Constitucional, es inconstitucional.
La titularidad sindical —que solo los presidentes de los sindicatos representen a los trabajadores en las negociaciones con las empresas — fue aprobada en el Congreso, pero luego fue anulada por el Tribunal Constitucional a petición de la disidencia derechista.
La marcha por la principal avenida de la capital chilena, en la que participaron unas 6.000 personas, según la policía, se desarrolló en forma completamente pacífica, sin que aparecieran los tradicionales encapuchados que se enfrentan a la policía y causan grandes destrozos de bienes públicos.
En la caminata se vieron principalmente a dirigentes de los profesores, de los empleados públicos y a estudiantes secundarios y universitarios.
Nolberto Díaz, vicepresidente de la Central Unica de Trabajadores, dijo a la prensa que, “esta es una marcha de molestia, de rabia, de bronca que tiene el mundo del trabajo”.
