Liderada por monseñor Luis Adriano Piedrahita, obispo de la Diócesis de Santa Marta, se llevó a cabo la celebración del Día de la Vida Consagrada que tuvo lugar el pasado 2 de febrero, sin embargo, a lo largo de este año se realizarán diferentes actos religiosos entorno a esta temática.
En la santa Eucaristía el Obispo de la Diócesis de Santa Marta hizo referencia a la importancia de esta celebración y realizó un llamado para tener en cuenta el lema elegido y ha sido una cita de San Pablo a los Colosenses: 'Firmes en la fe'.
Las personas consagradas han recibido un don, una vocación, un llamado especial, para vivir entregadas a Dios y al servicio de la Iglesia y del mundo. Solo desde la fe, se puede entender esta opción de vida.
La fe los arraiga en el sentido de sus vidas, que hunde sus raíces en un Dios que los habita, los llama, los tiene tatuados/as en la palma de sus manos, y diariamente otea el horizonte para ver si vuelven a él hambreando su misericordia.
La celebración de la jornada de la Vida Consagrada busca ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca, mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor.
Es así como todas las personas santificadas están invitadas a mirar el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y el poder de su gracia, capaz de obrar siempre nuevas maravillas.