Para llegar al Corregimiento de Zarate, Magdalena, a escasos veinte minutos, por vía terrestre, y treinta por vía fluvial, es llegar a encontrar un lugar sagrado, compenetrado con la naturaleza, por su remanso de paz.
En este lugar se respira aire del Río Magdalena. Es un pueblo de pescadores, de aproximadamente mil habitantes, ubicado a orilla del Rio Grande de la Magdalena, donde el visitante que llega a esta paradisiaco lugar se compenetrar con el olor de la naturaleza, la cual es catalogados por sus visitantes como un lugar sagrado.
Llegar al Corregimiento de Zarate, es volver a la época milenaria donde todavía se logra visualizar la cantidad de viviendas construidas en bareque por sus coterráneos, además la hospitalidad de sus gentes, que se dedica al arte de la pesca y la agricultura.
De Zárate, existen epopeya y anécdotas por el paso del libertador, Simón Bolívar, en su persecución de las tropas españolas. Pero de las cosas importantes, es dedicarse a observar un atardecer y bañarse en sus playas inmensa que le regalo la madre naturaleza.
No conocer el corregimiento de Zarate, Magdalena, es perder la oportunidad de recrearse con las maravillas que brinda este paradisiaco lugar, rodeado de playas, yuyos, peces, y del sentido de pertenencia de los nativos, a quienes la ‘Madre Naturaleza’ les regaló este territorio, para ofrecerlo a propios y visitantes.
Es uno de los lugares apetecidos por los visitantes para el regocijo con Dios, especialmente en época de la Semana Mayor, por la tranquilidad, la fuerte brisa, donde muchos lo llaman el remanso de paz en el Departamento del Magdalena.
En este corregimiento, el visitante puede llegar, y al instante es acogido por los nativos, quienes le brindan toda la hospitalidad, como si estuviera en su propia casa.
Hoy, esta población cuenta con electrificación, buenas vías de comunicación con las veredas, agua potable, establecimientos públicos, iglesias, y en la noche, poder 'saborear' la rica brisa que proviene del rencuentro con las aguas del Rio Grande de La Magdalena.
Si usted, quiere pasar un día inolvidable, Zarate, pueblo de asiento indígena en época de la conquista, pescadores y rico en agricultura, no olvide visitarlo en esta Semana Mayor, de regocijo con nuestro Padre celestial.