Así luce la Avenida del Río, en la que se nota que no menos de ocho árboles han sido talados, a pesar de la oposición de la ciudadanía. Según vecinos del sector, la tala se hace en horas de la noche.
Paradójicamente, la Avenida del Río debía ser una vía llena de árboles frondosos, como los que ahora tiene, pero no podrá seguir haciendo honor a su nombre. El crimen ambiental continúa, con el pretexto de que se necesita quitar los árboles para darle paso a la nueva iluminación. Al lado del ya muerto río Manzanares, la tala parece no detenerse.
Las protestas y súplicas no han valido a la administración distrital que con ello, aumentará en más de dos grados la temperatura en la ciudad. En la gráfica siguiente, los mismos empleados que decoran las jardineras de cemento que reemplazaron a los árboles en la Avenida del Libertador, utilizan el llamado polisombra para protegerse de los rayos del sol, desde tempranas horas de la mañana. No es esto diciente? Hasta cuándo?