Los ganaderos del departamento han mostrado su preocupación frente a los estragos del fenómeno de "El Niño" que ha provocado millonarias pérdidas entre la agremiación por la muerte de novillos y la quema de algunos cultivos, producto de los incendios forestales que se originan por el intenso verano que azota al Caribe colombiano.
La escasez de agua potable en fincas, potreros y parcelas, ha agudizado más el panorama y a la vez ha provocado un impacto negativo en los bolsillos de terratenientes que también tienen que vivir bajo la zozobra de robo de cabezas de ganado por parte de bandas de abigeatos que mantienen azotadas las zonas situadas en el subregión centro y sur del Magdalena.
El diputado y ganadero oriundo del municipio de Ariguani Óscar Andrade, confirmó que la situación se le ha salido de las manos suministrar del preciado líquido a sus reses debido a los efectos de la naturaleza, por lo que responsabilizó al gobierno departamental y nacional de adoptar planes de contingencia para evitar que la agremiación no sufriera las mismas consecuencias que vivió en la pasada temporada de sequía.
"He tenido que invertir más para mantener en buenas condiciones esos animales porque de lo contrario morirían de sed, y todo parece indicar que este verano será mucho más fuerte que el pasado. La verdad le faltó a nuestras autoridades mayor compromiso frente a esta problemática", explicó.
El gremio ganadero teme que en este año ocurra el mismo panorama registrado en el 2014, donde bajo la impotencia tuvieron que observar como centenares de novillos se desvanecían o morían sedientos, toda vez que el cambio climático impidió que muchos árboles y césped no retoñaran.
Ante esta difícil situación que hoy afrontan ganaderos y campesinos, se espera que el Ministerio de Agricultura junto con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo adopten algunas medidas encaminadas a mitigar está problemática.