Nuevamente el calvario de los colegios derrumbados vuelve y juega, y en esta ocasión son los moradores de los barrios Nelson Perez y Elisa Celedón, que se quejan por las demoras de los trabajos y la forma como reciben clases los alumnos de la Institución Educativa Liceo Moderno del Sur Sede Número 5, en una locación muy pequeña e incómoda.
Cómo si fuera poco, los ediles del sector denunciaron tres casos más a este largo 'rosario de quejas'.
La primera de todas es el retraso de las obras de esa escuela, y la cual, los obreros tuvieron que paralizar debido a que se le adeudan dos quincenas. Ellos aseguran que laboran sin seguridad social, y este problema a generado que en cinco meses que lleva la remodelación de la Institución Educativa, se han cambiado por lo menos tres cuadrillas.Manuel Urueta presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Elisa Celedón corroboro esta información manifestando "ya esto es algo que día tras día hemos venido diciendo a la opinión publica y a la Administración Municipal lo cual nos tiene muy preocupado.
Ahora las obras están paralizadas desde el día sábado y los trabajadores dicen que es por el compromiso del pago y además desde el año pasado no están afiliados a ninguna entidad de salud ni de riesgos profesionales. Lo que es peor porque si llega a ocurrir un accidente no hay como respondan a estos obreros".
La segunda preocupación de los padres de familia y de mismos líderes, es el hacinamiento y la forma como 500 niños dan clases en un colegio a pocas cuadras del Liceo Moderno del Sur Sede Número 5, el cual es muy pequeño y estrecho.
Según ellos, a esto se le suma que los alimentos deben ir a buscarlos al barrio Obrero, una odisea para estos niños que deben trasladarse hasta otro colegio.
Sobre este particular el edil de la comuna Ciénaga Grande, Víctor Bolaño puntualizó "estos niños están en un local que no es el adecuado para recibir clases y en consejo comunal el señor Alcalde dijo a viva voz que este colegio se iba arreglar, que las obras no van a demorar mucho y le agradecemos que ponga en cintura a estos interventores, porque no es posible las condiciones inhumanas que los estudiantes están en ese local y además los alimentos se los dan en otra Institución".
La tercera queja se refiere a que elementos como las laminas de zinc y otros, tras demoler el colegio, según el coordinador de riesgos y desastres Eddie Pabón, iban a ser donados a las personas víctimas de la ola invernal del año pasado, y lo que resulto fue que un señor llego al colegio, entro sin permiso y se llevo en un vehículo las laminas de eternit.
Mireya Zagarra una madre de familia dijo al respecto "un señor el cual ya está identificado, sin ningún consentimiento, y como si eso fuera suyo, embarco unas 30 laminas en un carro y los de la Junta de Acción Comunal estas esperando esos materiales. Su destino son los damnificados del invierno, y además el coordinador de riesgos no ha hecho nada por recuperar estos elementos".
Esta institución educativa según sus interventores y la Secretaria de Infraestructura está estipulada para entregarse en un año, de tal forma, septiembre es la fecha de culminación.