Los malos olores y las infecciones se han convertido en parte del diario vivir de los residentes de las orillas del complejo lagunar de la Ciénaga Grande, en el sector cienaguero de Puerto Nuevo, situación que tiene a esta comunidad al borde de la desesperación, sin que la Alcaldía haga algo definitivo para subsanarla.
Además de los olores nauseabundos, se aprecia un deteriorado parque donde los niños del sector llegan a divertirse, esta situación ha generado un problema de insalubridad que conlleva a enfermedades infectocontagiosas, sin que la Secretaría de Salud municipal, y el jefe de esa de cartera, tomen cartas en el asusto. Brilla por su ausencia y solo se dedica a trabajos desde su oficina.
Hasta el lugar de los hechos llegó EL INFORMADOR, y al entrar al lugar por los lados de la Troncal del Caribe, existen locales de comidas donde llegan cientos de clientes, sin embargo los malos olores del complejo lagunar, se constituyen en una problemática de salud grave, por lo que urge una intervención inmediata del ente de salud de la administración de Tete Samper.
De acuerdo con las declaraciones entregadas por algunos de los moradores del barrio El Carmen, en el mencionado sector cienaguero, la mayoría de los desperdicios sólidos que son vertidos a las aguas de la laguna, son arrojados por los propietarios de un restaurante de las cercanías del lugar.
Igualmente, la afectada comunidad aseveró que en varias ocasiones les han llamado la atención acerca de sus acciones, pero hasta el momento lo único que han recibido como respuesta es silencio por parte de los señalados.
"Al alcalde Luis Tete Samper se le puso en conocimiento la problemática, y nos aseguró que tiene recursos disponibles para la limpieza, sin embargo esto aún no se ha materializado, y la contaminación continúa latente, mientras tanto los niños enfermos", comentó al respecto habitante de Puerto Nuevo.
Otro de los factores que según la ciudadanía contaminan la ciénaga, es el vertimiento de aguas negras por parte de algunos vecinos sin alcantarillado, además de las que llegan por el colector de la calle 16 con carrera 2, el cual está convertido en un botadero de basuras a cielo abierto.