En respuesta a esta crisis, el organismo ambiental ha implementado una serie de medidas para intentar mitigar los efectos negativos.
La Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, ha lanzado una alerta de emergencia ante la dramática disminución del caudal del río Magdalena, uno de los principales afluentes en Colombia, según informes de la autoridad ambiental se ha registrado una reducción alarmante del 60% en el flujo del río, lo que constituye una situación crítica para el ecosistema y las comunidades que dependen de sus aguas.
El director de la entidad ambiental, Alfredo Martínez Gutiérrez, ha señalado que esta disminución drástica del caudal se debe en gran medida al impacto del fenómeno climático de 'El Niño', que ha golpeado con fuerza la región. Los niveles actuales del río Magdalena son preocupantemente bajos, con apenas 2.700 metros cúbicos por segundo en la estación de Calamar, muy por debajo de los 7.200 metros cúbicos por segundo, que es el promedio normal para esta época del año.
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En respuesta a esta crisis, Corpamag ha implementado una serie de medidas para intentar mitigar los efectos negativos. Una de estas estrategias es la práctica conocida como "Pico y Agua", que implica el control de las bocatomas para asegurar un suministro sostenible de agua tanto para el ecosistema como para las comunidades locales que dependen del río.
Además de la reducción del caudal, se han reportado graves problemas de oxigenación en cuerpos de agua cercanos, lo que ha resultado en la muerte masiva de peces en áreas como la Ciénaga El Chino, ubicada en el municipio de Zapayán, y el río Gaira, en Santa Marta. Esta situación agrava aún más la crisis ambiental en la región y aumenta la urgencia de tomar medidas efectivas para proteger la vida acuática y los ecosistemas.
Ante la magnitud del desafío, Corpamag ha coordinado esfuerzos con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) para activar el Grupo de Respuesta a las Emergencias Ambientales Marinas y Costeras (GAMA), con el fin de implementar acciones rápidas y eficaces para enfrentar la emergencia y mitigar sus impactos devastadores.
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La reducción drástica del caudal del río Magdalena no solo representa una amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos de la región, sino que también plantea serios desafíos para el suministro de agua y la seguridad alimentaria de las comunidades que dependen del río para su sustento. En este contexto, es fundamental que se tomen medidas urgentes y coordinadas para abordar esta emergencia y proteger el futuro de esta invaluable fuente de vida.