La imagen que muestra el departamento en este sector de movilidad, demuestra que una de las principales problemáticas radica en la falta de medidas de prevención para evitar que niñas, niños y adolescentes arriesguen su integridad con el único fin de conseguir limosnas.
Por Adriana Cuao Guillen
Redacción EL INFORMADOR
Recientemente, las cámaras de EL INFORMADOR captaron una nueva forma de mendicidad, en un recorrido realizado en la vía que de Palermo conduce a Ciénaga. Grupos de niños y adolescentes toman asiento en los costados de la concurrida carretera, mientras agitan unas banderillas improvisadas con la intención de llamar la atención de quienes transitan la ruta y así recibir algo de dinero, comida o cualquier elemento que pueda saciar sus necesidades inmediatas.
Durante el paso por la calzada, se logró divisar un nuevo grupo de jóvenes, a veces acompañados por adultos, cada setenta metros, aproximadamente, con apariencia humilde e incluso niños de brazos, resguardados en la sombra que dan los árboles sembrados a lado y lado.
En conversación con el Intendente Luis Alberto Cantillo de la Policía de Infancia y Adolescencia de la Metropolitana de Santa Marta, se pudo llegar a la conclusión de que, hasta el momento, era una estrategia de indigencia desconocida por esta dependencia de las autoridades, por lo tanto, han sido pocos los controles aplicados para su prevención.
“Lo que podemos hacer en estos casos es, primero verificar, si obtenemos resultados, automáticamente los conducimos a las entidades restablecedoras de derechos verificando toda la situación, quién está detrás de que ellos se pongan a pedir, si es verdaderamente por subsistir o por temas de explotación”, explicó el sargento.
Medidas de prevención para la mendicidad y la explotación infantil
Para poder hacerle frente a esta grave problemática, que, según el suboficial, ha presentado un crecimiento desproporcional con la crisis de migración que atraviesa el vecino país de Venezuela, la Policía de Infancia y Adolescencia lleva a cabo estrategias de prevención en colegios, principalmente, con la intención de informar a los más pequeños sobre los riesgos que estas actividades acarrean.
“Hacemos controles, siempre lo hemos hecho en planteles educativos, emisoras, en la parte comercial y la comunidad en general. Se socializa el tema con las personas, en cuanto a no aportar a la mendicidad ni a la explotación de niños, en conjunto con instituciones como el Icbf, la Alcaldía y Migración”, manifestó.
Así mismo, reveló según la Ley 1098 del 2006 en el Código de Infancia y Adolescencia, todo niño o niña que esté en territorio colombiano es amparado por las normas colombianas, por lo tanto, independientemente de su nacionalidad, deberá ser tratado en igualdad de condiciones, la única diferencia radica en que se deben tener en cuenta algunas circunstancias que podrían estar afectando la situación, como la estado de migrante el entorno socio – familiar.
Si en el acto de mendicidad se comprueba la intervención de un adulto, el hecho, automáticamente, se convierte en una instrumentalización, lo que está señalado en el Código Penal como un delito, que se agrava cuando es un familiar el que está en medio de la incitación.
“Con los mayores de edad, si se logra obtener información veraz, el procedimiento consistirá en la captura. Pero, más allá de eso, lo primero es observar, notar las condiciones y dar la mano para ayudar a la familia”, sostuvo.
Para poder controlar y erradicar este flagelo en Magdalena, es necesario llevar a cabo trabajos mancomunados que involucren la presencia de la comunidad en general y los órganos de control, de esta manera será posible hacerle frente a esta situación y otorgar un parte de tranquilidad a los niños del departamento.
“Lo que podemos hacer en estos casos es, primero verificar, si obtenemos resultados, automáticamente los conducimos a las entidades restablecedoras de derechos verificando toda la situación", Intendente Luis Alberto Cantillo de la Policía de Infancia y Adelescencia.
