Las calles del municipio ribereño están llenas de historia, su comunidad católica hace de su Semana Santa una de las más significativas a nivel nacional, pero sus habitantes aseguran que el Gobierno Nacional y Departamental los tiene en el olvido.
Por Wendy López Picón
Redacción EL INFORMADOR
Uno de los deseos de esta comunidad es convertirse en un destino turístico, pero la falta de vías de acceso y la decadencia de sus infraestructuras más emblemáticas no les está permitiendo avanzar, dejándolos en el olvido y atraso.
Tenerife, Magdalena es un municipio de 694 kilómetros cuadrados y con una población aproximada de 24.000 habitantes, dividido entre sus principales corregimientos: Real Del Obispo, Santa Inés, San Luis entre otras veredas.
Este histórico municipio fue conquistado y fundado sobre las ruinas del poblado indígena por el Capitán Francisco Henríquez el día 20 de enero de 1536.
Por sus heroicos destinos, su importancia humana, comercial, geográfica y política, Tenerife llegó a convertirse en Departamento y Capital de Departamento, bajo el Estado Federal del Magdalena entre 1857 y 1868. Uno de sus gobernadores fue don Gabriel Antonio Briceño.
Fue en este municipio ribereño donde Simón Bolívar ganó su primera batalla y lanzó su primera proclama de Libertad en suelo patrio, iniciando su cadena de triunfos que lo llevaría con éxito hasta Caracas en la llamada campaña admirable.
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Atrasado y olvidado
Pese a toda la historia que corre por las calles de Tenerife, su olvido y atraso son evidentes. El Gobierno Municipal y sus habitantes quieren convertir su territorio en un destino turístico, pero sólo la entrada les va quitando visitantes.
Desde un pequeño letrero que anuncia que se llegó a Tenerife hasta la entrada de la cabecera municipal hay 14 kilómetros, y de ellos sólo hay pavimentados 4.5 km; 3.4 km fueron pavimentados en el 2003 por el alcalde de la época, y 1.1 km en el 2014 por el gobierno del presidente Santos como continuación de la vía de la prosperidad, de la cual se iban a conseguir 2 km pero no llegó hasta ahí.
Esta falta de vías de accedo dificulta que el municipio se convierta en un sitio turístico.
Monumento Nacional
Uno de los atractivos de este municipio ribereño es su iglesia San Sebastián de Tenerife, que se empezó a edificar en 1772, durando su construcción alrededor de tres años. Después de eso sirvió como fuerte militar para españoles por la guerra que ocurrió en ese momento, pero no fue creada con ese propósito.
“En el año 1952 un sacerdote que se llamaba Carlos Julio Jácome le hizo obras de relleno a la iglesia porque estaba descuidada y sin piso; en ese tiempo el sacerdote llamaba por un alto parlante a los muchachos para que fueran a ayudar a la iglesia, rellenándola que le iban a poner piso. En ese momento fue que le colocaron un piso que existió hasta el año 1970 que otro sacerdote decidió cambiarlo y es el que está en la actualidad que está condiciones bastante deprimentes”, cuenta Evin Camargo, Jefe de página web de la alcaldía de Tenerife y quien fue por 13 años acólito de la Iglesia.
Mediante decreto 1912 de 1995 es declarada la Iglesia San Sebastián de Tenerife “Monumento Nacional” hoy “Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional” (BIC-Nal); “cuando una edificación es declarada bien cultural, es porque tiene valores arquitectónicos, estéticos, históricos y/o de contexto que la hacen ser considerada entre los bienes inmuebles que ameritan preservarse y salvaguardarse para que perduren en el tiempo y permanezcan en la memoria colectiva”, afirma Gabriela Beltrán, arquitecta especialista en conservación y restauración del patrimonio arquitectónico.
Después de ser declarada Monumento Nacional y de las restauraciones y adecuaciones que recibió en esa época, la iglesia no ha sido intervenida.
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Trabas para la restauración
En el 2017 la Alcaldía Municipal decidió iniciar obras de reconstrucción del Parque de la Independencia que hace parte de la estructura donde está situada la iglesia, porque su deterioro era evidente. Las obras de restauración empezaron en febrero del 2017 y se suspendieron en mayo del mismo año, “un ciudadano envió una querella al Ministerio de Cultura asegurando que se estaba atentando contra este monumento nacional, pero no es así porque lo que se iba a intervenir era el parque que está aledaño a él”, manifestó Camargo.
En el transcurso de febrero y mayo alcanzaron a demoler un monumento que según Camargo estaba que se caía y se removió todo el piso.
Las obras ya tienen dos años paralizadas, pese que en el 2017 el Ministerio de Cultura determinó que las obras que se estaban haciendo en el Parque de la Independencia no afectaban en nada la estructura ni la vista de la iglesia, a través de una resolución y con eso mismo autorizo a que se siguiera con antelación las obras.
Pero para continuar con las obras la Alcaldía necesita que el Instituto de Antropología e Historia genere una resolución de acuerdo a unos estudios de suelos que se hicieron en el lugar, que lo esperan hace dos años mientras que los materiales están al aire libre esperando ser utilizados.
De igual modo hace un año el consejo parroquial a través de una templotón recogió unos recursos con el fin de hacer unos estudios y diseños de mejora en la estructura de la iglesia, especialmente en el tema del piso y el techo que son lo que se encuentran afectados, pero tampoco han dejado que se hagan, argumentando sus habitantes que están esperando que se les caiga la iglesia encima para que el Ministerio de Cultura ponga sus ojos en ellos.
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“Llevamos años haciendo llamados al Ministerio de Cultura que voltee a ver la iglesia, que voltee a ver a Tenerife, que voltee a ver su Semana Santa y no lo ha hecho. Pero una querella interpuesta por una obra en beneficio de la comunidad recibió respuesta inmediata. Eso es lo que como tenerifanos no apoyamos y sentimos que el ministerio nos está fallando.”, argumenta Camargo.
La población de este municipio ribereño se siente olvidada por el gobierno nacional y departamental, en los que han buscado una ayuda para poder convertirse en un destino turístico por toda la historia que tienen, y por su semana santa que es su bien más preciado y no lo han conseguido.
EL DATO
Recibió ayuda de Tenerife EspañaEn el año 2000 los tenerifanos recibieron una ayuda por parte de Tenerife, España, a quien llamaban la hermana ciudad; los recursos no sólo eran para invertirlos en la iglesia, sino para la construcción de unos callejones coloniales que hoy en día existen y la tecnificación en el tema de la pesca, como un cuarto frio y que fueron donadas a una junta municipal de pescadores.
“Fue una sóla vez que hicieron una donación en su momento, que nunca más lo hicieron, pero sirvieron para la construcción de esos callejones coloniales.”, expresa Camargo.