Los hijos de San José del Purgatorio viven un calvario para poder estudiar

Se acerca la época de elecciones y los habitantes de San José del Purgatorio esperan el desfile de políticos visitándolos y conociendo sus necesidades, partiendo que son una población de alrededor de dos mil habitantes y sus votos cuentan, pero sus vidas y bienestar están echadas al olvido.

TEMA DEL DÍA
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


En un corregimiento ribereño de Plato, niños y jóvenes luchan diariamente contra las precarias condiciones de su entorno y las dificultades para poder estudiar su primaria, en un salón con 50 estudiantes y ni un abanico.

Por: Wendy López Picón

Redacción EL INFORMADOR

EL INFORMADOR visitó esta comunidad y evidenció el olvido en el que se encuentran, sobre todo quienes para terminar sus estudios de bachillerato deben cruzar en chalupa el río Magdalena sin ningún tipo de seguridad.

De lunes a viernes, cuando el reloj marca las 5:00 de la mañana, ya están en pie alrededor de 200 niños y jóvenes en San José del Purgatorio, un corregimiento ribereño de Plato, quienes se alistan para ir a estudiar.

Con un desayuno a base de pescado y un bolso lleno de libros, unos salen a la escuela de primaria del corregimiento; mientras que otros se dirigen al puerto en busca de una chalupa o canoa que cruce el río Magdalena y los lleve a una institución en Plato donde cursan el bachillerato.

Las paredes de la escuela rural no conocen pintura desde hace cinco años.

 

Escuela Rural Mixta San José del Purgatorio

En San José del Purgatorio sólo hay una escuela, o más bien, una casa sucia con cinco cuartos, en donde niños de todas las edades reciben clases con una temperatura de 35 grados centígrados.

Entre paredes que algún día fueron blancas, pisos dañados, abanicos descompuestos, ventanas partidas, techos que se caen y focos quemados, los niños del Purgatorio reciben diariamente sus clases, animados por sus padres, quienes ven en el estudio una vía para que sus hijos salgan adelante y busquen un mejor futuro.

Este es el estado en el que se encuentra el baño de las niñas.


La Escuela Mixta Rural San José del Purgatorio le brinda a la población todos los cursos de básica primaria y sexto de bachillerato, donde incluso por salón pueden estar 50 niños.

El año escolar apenas empieza

Los habitantes de veredas y caseríos cercanos, según afirma la coordinadora de la institución, Leda Caña, aún no han terminado de matricularse. Han llegado a un cupo total de 230 estudiantes, entre jardín y primaria, hacinados en los cinco salones que conforman la escuela.

Estado deplorable en la que se encuentra la Escuela Rural Mixta San José del Purgatorio.

 

Estado deplorable

Las paredes de la escuela rural no conocen pintura desde hace cinco años, cuando dirigentes se acercaron en época de elecciones a adecuarla. De acuerdo con los habitantes del corregimiento, esa es la única temporada en la que desfilan las caras nuevas y las promesas de un mejor vivir, que quedan solo en esperanzas vacías.

El clamor hoy de niños y adultos es que la alcaldía eche su vista hacía este abandonado corregimiento, donde sus niños tienen hambre de conocimiento, pero están llenos de falsas promesas.



El bachillerato

El panorama de los estudiantes que quieren terminar el bachillerato no es menos triste. Estos están antes de las 6:00 de la mañana en el puerto del Purgatorio esperando una chalupa que los lleve por el río Magdalena hacia Plato, hasta donde tienen que movilizarse por la falta de una institución completa en su lugar de residencia.

Le puede interesar: La sequía tiene a un pueblo viviendo su purgatorio

Alrededor de 60 alumnos se transportan por el extenso río Magdalena arriesgando sus vidas. Son jóvenes de entre 13 y 16 años que día a día viven una travesía. El cruzar el río no es el final de la odisea.

Cuando llegan al puerto de Plato, que por lo general está lleno de mulas, vehículos pesados y chalupas, deben coger un vehículo que los lleve a la institución más cercana, la cual queda bastante retirada, ya sea una moto en la que se pueden subir hasta tres niños, o un motocarro en el que se embarcan hasta 10, prestos a cualquier tipo de peligro.

Lo anterior siempre y cuando sus padres les hayan dado los cinco mil pesos del transporte para pagar los vehículos que los llevan de un lugar a otro, de lo contrario les toca caminar un trayecto de 20 minutos del puerto a la escuela para poder cumplir con su día escolar.

“Yo saco diario cinco mil pesos para que el niño vaya a la escuela, pero el papá no todos los días tiene, a veces la abuela se los consigue. Le pido a Dios todos los días que me lo cuide, que me lo lleve bien a ese colegio, que me lo cuide de una mula o un carro. Yo le digo a mi hijo que termine el bachillerato, que después se ve qué curso se hace para que siga estudiando”, manifiesta Zenaida Blanco Mendoza, madre de familia a EL INFORMADOR.



Una flota

La Alcaldía de Plato se comprometió a contratar una flota para los jóvenes, encargada de llevarlos y traerlos al aula escolar, pero en lo que va de año no la ha puesto en funcionamiento.

Padres de familia aseguran que la ponen en marcha a finales de marzo, cuando las clases empiezan los últimos días enero. En el transcurso del inicio de clases y la puesta en marcha del contrato, los estudiantes y sus padres deben arreglárselas como pueden, incluso muchos dejando de ir y atrasándose porque los ingresos de sus padres no dan abasto para el sostenimiento de una casa y el transporte diario de sus hijos.

Leer también: En San José del Purgatorio, en Plato, celebran sus festividades patronales

Cabe destacar que estos estudiantes se transportan sin ningún tipo de seguridad por el río Magdalena, uno pegado al otro en la chalupa y sin chaleco salvavidas que puedan protegerlos ante cualquier eventualidad.

Niños dando clases sin abanico y con las aulas en pésimas condiciones.

 

Municipio vecino sí les brinda ayuda

Lo más ilógico en esta población que ha sido víctima de la infaltable corrupción y desidia del Magdalena, es que personal de la Alcaldía de Zambrano, Bolívar, fue hasta el corregimiento ofreciéndoles a los padres de familia cupos para sus hijos con flota, desayuno y almuerzo incluido, para que no dejaran de estudiar a causa del abandono de su municipio.

Quizá le interese: San José del Purgatorio, un corregimiento en total abandono

En el momento hay 15 niños estudiando en Zambrano, donde algunos padres han decido que acudan pese a que tienen claro que la responsabilidad es del Magdalena.

Se acerca la época de elecciones y los habitantes de San José del Purgatorio esperan el desfile de políticos visitándolos y conociendo sus necesidades, partiendo que son una población de alrededor de dos mil habitantes y sus votos cuentan, pero sus vidas y bienestar están echadas al olvido.



Escrito por:
Autor: César Barrera

Más Noticias de esta sección

Publicidad