Los trabajos para contrarrestar la erosión con recursos de Cormagdalena por más de $2.700 millones de pesos se los tragó el caudal.
El problema erosivo de Guáimaro, corregimiento de Salamina, en el que todos han puesto su atención al parecer no tiene solución por ahora, y el lecho del río Magdalena se ha convertido en cementerio de las obras que allí se vienen haciendo desde hace un tiempo.
Declararon la emergencia
Las obras de mitigación que consiguió el alcalde, José Nicolás Díaz Marchena, se las tragó el río recientemente, es decir, los recursos por más de $2.700 millones de pesos que se consiguieron con Cormagdalena, cuando el año antepasado, se declaró la emergencia porque la erosión seguía causando graves daños en la orilla, poniendo en peligro la integridad de la comunidad residente en el sector.
En esa oportunidad, se realizó un comité departamental de emergencia, presidido por la gobernadora, Rosa Cotes y contando con la asistencia del director de Cormagdalena de ese entonces, Alfredo Varela, expertos en cuestiones erosivas de la Universidad Nacional y de Corpamag, quienes estudiaron la situación y acordaron lo que se iba a hacer, tratando de buscarle una solución al problema que por años ha venido padeciendo esa población ribereña.
Obras aprobadas
En su momento se aprobó hacer unas obras de mitigación, con la instalación de pilotes profundos y otros trabajos de ingeniería tratando de detener el proceso erosivo, pero cuando los trabajos estaban bastante adelantados, todo se vino a pique una vez más.
Se ha puesto de manifiesto, que lo mejor es que la población sea reubicada en otro sitio pero hay fuerte resistencia por los moradores que no quieren abandonar lo que han conseguido con el trabajo, durante toda su vida.
Al parecer no hay solución visible a la situación, puesto que los trabajos a realizar serían muy costosos y según afirmaciones pasadas de los mandatarios, no se cuenta con los recursos necesarios para emprender dicha obra.
Según se anunció en una reunión cumplida recientemente con la comunidad guaimarense y especialistas de la Universidad del Norte, acordaron realizar nuevos estudios para ver nuevas alternativas, que serán los encargados de adelantarlos, en corto plazo, para determinar si son viables las obras que propongan.
