Importantes decisiones fueron las tomadas por el Consejo Superior de la Universidad del Magdalena en la más reciente sesión desarrollada en la sala de juntas de la rectoría de la Institución, principalmente la relacionada con la autorización otorgada por el máximo órgano de administración universitaria al rector Pablo Vera Salazar para que desarrolle el proceso de contratación que permita terminar el nuevo Edificio de Aulas Río Magdalena.
Ante la situación anteriormente señalada el primer punto de la cita del máximo órgano administrativo de la Institución se dio fuera del recinto de la misma, al cumplirse un recorrido de todos los miembros del Consejo Superior por los dos proyectos de infraestructura en construcción como lo son el edificio de bienestar universitario y el señalado edificio de aulas, evidenciando este los grandes progresos del primero, pero también el lamentable retraso en el segundo.
Cabe mencionar que la obras del edificio de aulas que llegó a un 70% de su realización, se encuentran suspendidas desde inicios de febrero, debido a serios problemas generados por el incumplimiento por parte de la compañía constructora que la anterior administración universitaria había contratado para la ejecución de los trabajos, situación por la cual la actual directiva de la Alma Mater debió tomar acciones legales.
Teniendo en cuenta lo anterior y frente a la necesidad urgente de brindar a estudiantes y docentes, los nuevos y adecuados espacios para las clases que permitan suplir los problemas de ausencia de salones que actualmente existen por la creciente población estudiantil que hoy obliga a la institución a continuar con el uso de la sede centro ubicada en el Edificio Dávila; el Consejo Superior aprobó el acuerdo “por medio del cual se autoriza al Rector para realizar el proceso de contratación necesario para la terminación de las obras de construcción del Nuevo Edificio de Aulas Río Magdalena”.
Al respecto, Anderson Marín Vidal, representante de los estudiantes ante el Superior, expresó “se trazó una hoja de ruta que determinará un tiempo de espera de entre cuatro y cinco meses para la terminación de la última fase del edificio de aulas, para que esté listo en el mes de noviembre, se pueda dotar y en febrero del próximo año los estudiantes podamos disfrutar de esta obra de infraestructura. Se va a empezar un nuevo contratista para que termine lo que quedó restando de la obra que se había iniciado”.
Marín también se refirió a la disciplina con que la administración universitaria lirada por Vera Salazar ha llevado este proceso, procurando generar soluciones prontas y tempranas