La marcha comenzó desde las afueras de la Unimagdalena y terminó con un plantón en el Parque Bolívar. Los estudiantes están cansados de ser víctimas de la delincuencia.
Por Víctor Peñaloza
Redactor de EL INFORMADOR
Fotos/ Edgar Fuentes
Cerca de 850 personas, entre estudiantes, directivos, profesores y comunidad en general recorrieron alrededor de siete kilómetros de Santa Marta, en una marcha que realizó ayer la Universidad del Magdalena en rechazo a los actos delictivos que se vienen registrando en las afueras de esta casa de estudios.
Con cánticos y pancartas, como: queremos estudiar, ya estamos mamados de atracos, sí a la vida; los estudiantes de Unimagdalena desarrollaron una caminata pacífica que comenzó desde la Aula Mater y finalizó con un plantón en la Plaza Bolívar.
El rector de la Universidad del Magdalena, Pablo Vera Salazar, quien respaldo la iniciativa de los estudiantes, señaló que ya la familia universitaria “esta mamada que le roben los sueños. Madrugan para venir a clases, para que vengan unos delincuentes a arrebatarle sus maletines y con ello todo el sacrificio que hacen sus padres… vamos a cambiarle esas pistolas y cuchillos a esos jóvenes por libretas y lapiceros”, dijo.
El Rector expresó que ya no quieren más atracos, sino que los estudiantes asistan tranquilos a sus aulas como pasaba en tiempos anteriores.
“Es necesario que la ciudad se pellizque ante esta situación de inseguridad que se vive, porque no solo es la universidad que se ve amenazada, son todos los barrios del Distrito”, denunció.
Vera Salazar le envió un mensaje a las autoridades, manifestándole que es necesario que se trabaje de forma articulada “Policía Metropolitana, Departamental, Gobernación, Alcaldía, parlamentarios, porque cuando las instituciones públicas se dividen los que ganan son los delincuentes”.
También dijo que ya es hora que Santa Marta y el Magdalena muestre su fuerza política y se una de manera que el Ministro de Justicia y el Presidente, se vean obligados a venir y atender la situación y no esperar que contesten una carta, como se ha venido esperando.
La marcha finalizó en la Plaza Bolívar con algunas intervenciones por parte de los estudiantes, quienes se fueron a sus hogares con la ilusión que en los próximos días la seguridad regrese a su hogar universitario y el temor vuelva a ser responder de manera acertada las preguntas del examen del parcial y no la de ver un motorizado con pistola y cuchillo en mano amedrentarlos para entregar sus pertenencias.
