Declaran calamidad pública en Guáimaro

Cada vez más el río Magdalena se adueña de corregimiento producto de la erosión.

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La emergencia no da tregua y por eso el Alcalde y la Gobernadora viajarán a Bogotá en búsqueda de un respaldo del Gobierno Nacional para emprender las acciones pertinentes.

Luego de una sesión extraordinaria del Consejo Municipal de Riesgo y de Desastre de la jurisdicción de Salamina, se decretó la emergencia de calamidad pública al corregimiento de Guáimaro por la erosión que se presenta en esta población.

El coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre de Salamina, Carlos Martínez, manifestó que debido a la emergencia que se registra en Guáimaro, tomaron la decisión de realizar un consejo extraordinario de riesgo y de desastre, en el cual se tomaron algunas decisiones, entre ellas se destaca el decreto de calamidad pública de ese corregimiento.

Señaló que otro de los puntos que se acordó es la reubicación de las familias que residen en viviendas ubicadas a la orilla del río Magdalena.

“Vamos a comprar esos cinco predios que son los más afectados por la erosión que se registra en el corregimiento”, explicó.

Indicó que en la reunión también se conformó una veeduría ciudadana que vigilará cada una de las acciones que se emprendan para mitigar la problemática que ocurre en esta comunidad.

El coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre de Salamina, Carlos Martínez, manifestó que mientras se esperan los recursos del proyecto que presentó la Alcaldía por el valor de los 8 mil millones de pesos, están trabajando con maquinarias para hacer algunos arreglos que permitan mitigar los daños que causa la erosión.

“Ya tenemos concertada la visita de Cormagdalena al corregimiento, para el jueves quedó establecida”, explicó Martínez, quien agregó que hoy la gobernadora Rosa Cotes y el alcalde José Nicolás Díaz Marchena, viajarán a Bogotá para reunirse con el Gobierno Nacional en búsqueda de apoyo para actuar de manera rápida ante una situación que desde hace mucho tiempo tiene preocupado a alrededor de 7 mil habitantes.

“Esto cada día está peor, nosotros lo que tememos es que esta erosión se vaya a tragar al corregimiento. Esos proyectos tardan mucho para la aprobación, por eso necesitamos que el Gobierno Nacional agilice los procesos”, apuntó.

Luego de finalizar el consejo extraordinario, las autoridades inspeccionaron los dos sitios donde se presentan las afectaciones en gran manera.

La problemática lleva tiempo presentándose

Por su parte, el alcalde José Nicolás Díaz Marchena indicó que que la situación es grave, si se tiene en cuenta el peligro que esto encierra y que no se cuentan con los recursos necesarios para enfrentar la problemática por parte de la administración  municipal y se requiere de la intervención del gobierno departamental y nacional.

“Ya se ha hecho lo pertinente, avisándole a las autoridades del orden departamental y nacional, la unidad de atención  de riesgos de desastres, estamos a la espera de la respuesta para emprender las acciones que se requieran. Es de anotar que la erosión  viene afectando desde hace mucho tiempo al corregimiento de Guáimaro, tanto en el área urbana como rural y con los pocos recursos con que cuenta el municipio se han emprendido acciones, pero que  no son suficiente para aguantar la fuerza de la naturaleza que cada día golpea con más fuerza a esta parte del departamento”, admitió el burgomaestre.

La emergencia que amenaza al corregimiento de Guáimaro se da en el propio poblado, concretamente en el puerto de los Johnson, donde una enorme grieta de más de 200 metros abrió la tierra y desbarrancó el enorme pedazo,  llevándoselo por completo.

Esto causó alarma entre los moradores, que vieron  como desapareció otro pedazo de su terruño, debido a la erosión que desde hace algún  tiempo viene afectado al corregimiento, que ha perdido varias de sus calles.

Con el paso de los años el terraplén ha socavado, al tiempo que el río Magdalena crece al punto de que puede generar un desbordamiento de grandes proporciones.

La comunidad teme porque cree que se puede registrar un evento sin precedente en la población.
La comunidad teme porque cree que se puede registrar un evento sin precedente en la población.




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