Consorcio Ribera Este le saca los ‘trapitos al sol’ a Gobernación e Invías

Solo cuatro kilómetros de la vía están pavimentados.

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La contratista que ejecuta el proyecto asegura que han cumplido las exigencias realizadas por la Administración Departamental y la empresa ICI, encargada de la interventoría.



Mientras la Gobernación del Magdalena, a través de la Oficina de Asesoría Jurídica, lleva adelante un proceso de audiencias para sancionar al Consorcio Ribera Este, la contratista a cargo de la ejecución de la Vía de la Prosperidad, por los retrasos en el desarrollo de la obra, la empresa argumenta que la demora no es su responsabilidad.

“Ante el proceso que se viene adelantando por un posible incumplimiento de la obligaciones contractuales, nosotros creemos que no existen meritos suficientes para imponernos una sanción, cuando hemos hecho todo lo que nos ha ordenado tanto la Gobernación del Magdalena como la interventoría –empresa ICI”, aseguró Javier Díaz, director administrativo del Consorcio Ribera Este.

El pasado sábado, Carlos Alberto García, director del Instituto Nacional de Vías (Invias), aseguró que solo cuatro kilómetros (km) de la carretera están pavimentados, aunque según la programación 16 km debían estar listos en el mes de abril, y para noviembre estar concluidos los 19 km convenidos entre las partes.

“Tenemos documentos que indican que la interventoría hasta la fecha nos ha autorizado 5,2 kilómetros para pavimentar, de los cuales tenemos listos y entregados 4 km y estamos ejecutando los 1,2 km restantes, en estos momentos no tenemos más pista para trabajar”, aclaró Díaz en entrevista con Fuego Noticias.

El representante del Consorcio Ribera Este afirmó que la firma ICI no ha dado autorización para continuar con la pavimentación de un tramo mayor a los 5,2 km ya aprobados, debido a que se está evaluando la consolidación del terraplén, para garantizar que la estructura no vaya a ceder, y así descartar ondulaciones en la vía.

Las falencias

Aunque la carretera empezó a ejecutarse en agosto de 2013, la Gobernación e Invías le entregaron a la contratista unos estudios y diseños elaborados entre los años 2007 y 2008, que no contemplaron los efectos que tuvo la temporada de lluvias de 2011 en la superficie en la que se ejecutaría la obra.

“Los estudios que nos estregaron necesitaron una complementación porque estaban completamente desactualizados, las curvas con las que se calcularon las alturas de los terraplenes no eran correctas. Manifestamos por escrito a la interventora y la Gobernación las diferencias, por lo que era necesario que se dieran nuevos tiempos para la construcción”, argumentó Díaz.

Ante las nuevas alturas que ameritaba el terraplén, de aproximadamente 3.50 metros, se necesitaban entre 6 y 8 meses para su proceso de consolidación, prácticamente un año para que el movimiento de cesara. “Por eso es que ha sido casi imposible terminar en los tiempos previstos, porque eso no se consideró en el diseño inicial”.

Otros cambios

Aunque inicialmente el proyecto contemplaba la construcción de 30 box culvert a lo largo de 19 km de vía, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) solicitó que la cantidad aumentara a 70, por lo que la contratista nuevamente pidió mayor plazo para completar el tramo, debido a las nuevas exigencias.

“No entendemos cómo la interventoría pretende que hagamos un trabajo en el mismo tiempo cuando tenemos nuevas especificaciones que cumplir, por eso desde marzo de 2016 estamos insistiendo en la necesidad que hay de reprogramar las obras”, insistió el director administrativo de Ribera Este.

Agregó que para cumplir con el tramo acordado se requiere tramitar permisos ambientales, gestiones que le corresponden al departamento y que aún no se han hecho. “No entenderíamos que se pretendiera endilgar la responsabilidad de una licencia ambiental al contratista, cuando debe ser tramitada por la gobernación del Magdalena para nosotros proceder”.

Sobrecostos

Respecto a los 33 mil millones de pesos en sobrecostos que detectó la Contraloría General de la Nación en el proyecto de la Vía de la Prosperidad, básicamente por los altos precios del transporte de material para la construcción de los terraplenes, Díaz aseguró que fue un problema que se corrigió en el desarrollo de la obra.

“Lamentablemente cuando se hizo la licitación la única fuente de materiales que cumplía con los requisitos estaba ubicada a 80 km del proyecto, pero en el transcurro de las obras buscamos otras alternativas y ahora estamos a 50 km, lo que nos permitió un ahorro importante”.

Sostuvo que la intención de la contratista es entregar la obra desde Palermo, en el municipio Sitionuevo, hasta Guaimaro, jurisdicción de Salamina; sin embargo, ante las modificaciones de los diseños no cree que sea posible, a menos que la Gobernación apruebe una adición presupuestal.

La obra

El proyecto nació en agosto de 2013 con la intención de comunicar a los municipios ribereños del departamento. La vía nace desde el Puente Pumarejo, y en su primera etapa se extiende 52 kilómetros entre el corregimiento Palermo, municipio Sitionuevo y Guáimaro, jurisdicción de Salamina.
La obra arrancó con un costo de 432 mil millones de pesos cubiertos por la Nación (Invías) y la Gobernación. Los recursos fueron aprobados por el Órgano Colegiado de Administración y Decisión de las Regalías (Ocad) regional.

Por Daniela A. García Gómez

Redacción EL INFORMADOR




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