Un aspecto crucial de las actuales negociaciones entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la delegación plenipotenciaria de las Farc en la mesa de diálogos de La Habana es el de la refrendación y legitimación del acuerdo final que ponga fin a la prolongada guerra civil colombiana.
No obstante, que el Presidente no tenía la obligación de adelantar esa tarea, pues su reelección recibió un mandato contundente en ese sentido, el absurdo sabotaje de los partidarios de la guerra, especialmente desde las toldas del recalcitrante uribismo, con la denominada resistencia civil, hizo perentoria la consulta directa al cuerpo central de la nación, el pueblo y la multitud.
Para el efecto se determinó por el presidente Santos, que el instrumento apropiado era el plebiscito, uno de los tantos mecanismos de participación ciudadana consagrados en la Constitución y la Ley reglamentaria correspondiente.
Mediante una ley estatutaria se hicieron los rediseños correspondientes para determinar un umbral adecuado y un trámite ágil de la consulta, a fin de participar la intervención informada, libre y pluralista de la ciudadanía en este tema clave de la paz y el fin de la cruenta guerra civil nacional.
Dicha ley ha sido objeto del correspondiente control de la Corte constitucional, institución que le ha dado su visto bueno, fijando un conjunto de criterios para su implementación, cuyos resultados serán vinculantes.
Una vez conocido el trascendental pronunciamiento de la Corte, el Presidente presentara el informe de rigor al Congreso para posteriormente, transcurrido un mes, se fije la fecha de las votaciones pertinentes.
Conviene aclarar que las Farc ya han dado su aceptación a tal pronunciamiento, pues con antelación había indicado que se acogía al fallo de la Corte.
Con la determinación conocida se inicia la más excitada agitación en favor del sí a la paz en el plebiscito.
En la movilización a favor de los Acuerdos de paz concurrirán de manera plural movimientos, partidos y organizaciones sociales en un dialogo de saberes y una coincidencia histórica que marca el rumbo posterior de la nación. Iniciamos un nuevo ciclo en la vida política colombiana, tal como ocurrió con el plebiscito de 1957 y la Constitución de 1991.
El polo social de la Ministra Clara López, con la Alianza Verde, Mais, Asi, Ptc, CGT, Anuc, Libres, Cut, Fecode, Nelson Pereira de Liberales de Base, Alba Luz González Martínez, líder conservadora, movimientos sociales regionales y otras estructuras populares iniciarán desde mañana una gran movilización con el lema: Colombia, sí a la paz, es de todos.
