Decisión judicial da vía libre para la ampliación de resguardo Chimila

Procedimiento administrativo de ampliación de resguardo Ette Ennaka no pone en duda titularidad de los predios ubicados en la zona de ampliación.

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La demanda que fue admitida el 25 de septiembre del 2015, busca reconocer el territorio ancestral del pueblo Ette Ennaka o Chimila, subsanando la dilación injustificada del Estado colombiano.

Dentro del proceso judicial que adelanta el Juzgado Segundo de Restitución de Tierras de Santa Marta, para el reconocimiento de los derechos territoriales del pueblo Ette Ennaka y la ampliación de la zona de resguardo, la semana pasada se iniciaron las notificaciones a los propietarios de los predios que se encuentran dentro de la zona de posible ampliación.

Esto obedece, a que dentro de las pretensiones de la demanda, el juez ordene, acorde a los procedimientos establecidos en la ley 160 de 1994, el decreto 2164 de 1995 y decreto 1071 de 2015 “adquirir y titular” a nombre del pueblo Chimila, los predios aledaños a los actuales asentamientos en el municipio de Sabanas de San Ángel, El Copey y Santa Marta, con el fin de constituir y/o ampliar los territorios ancestrales una vez surtido el respectivo estudio socio económico, jurídico y de tenencia de tierras.

Cabe resaltar que este proceso no pone en duda la titularidad de los actuales propietarios de dichos predios, por el contrario resalta la existencia de dicha propiedad privada en la medida que se solicita al juez que se surta un procedimiento administrativo que se soporta en un estudio sobre las condiciones de la tierra en concertación con su propietarios, de presentarse, eventualmente, la necesidad de adquirir y comprar un predio privado durante el trámite de la ampliación.

Los cuatro territorio colectivos objeto del proceso de restitución de derechos territoriales de las comunidades Ette Ennaka, están ubicados: el resguardo de Issa Oristuna y asentamiento Ette Butteriya en el municipio de Sabanas de San Ángel - Magdalena; sobre los cuales se espera el englobe en un solo territorio. La otra comunidad está en el corregimiento de Gaira, dentro del distrito de Santa Marta y se conoce como Naara Kajmanta, del cual actualmente poseen la propiedad a título privado los indígenas y del cual se pretende se formalice como resguardo.

El cuarto asentamiento está ubicado en El Copey, departamento del Cesar, se llama Itti Takke del cual posee título de propiedad individual la comunidad y del que se pretende su formalización como resguardo. Por último se encuentra el asentamiento de Diwana, a través de la demanda se pretende que se concerté un plan de retorno o reubicación, según corresponda.

Actualmente el territorio reconocido a esta comunidad por medio de actos administrativos del Incoder, es de apenas 280 hectáreas, que sumadas a los predios titulados de forma individual, suman poco más de 2.200 hectáreas entre los cinco asentamientos, sin embargo la demanda admitida por el Juez Segundo de Restitución de Tierras de Santa Marta, apunta a restituir hectáreas suficientes para las más de 360 familias, sin desconocer los derechos de los propietarios de predios individuales.

Por último el reconocimiento de esta zona como territorio ancestral, implica también el reconociendo de otros derechos para la comprensión y el entendimiento de la población Ette, no necesariamente el derecho a la propiedad.




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