Los miembros de socorro acudieron a las zonas afectadas y realizaron el primer censo para que las ayudan lleguen a las familias damnificadas, lo más rápido posible.
Momentos de pánico vivieron los habitantes de los corregimientos de Tasajera y de Palmira, (Magdalena) en la tarde del miércoles, cuando un vendaval causó graves daños en unas 50 viviendas y tres instituciones educativas de las poblaciones en mención.
EL INFORMADOR, fue el único medio de comunicación presente, que estuvo visitando el corregimiento de Tasajera, donde en estos momentos sus habitantes se encuentran sin el servicio de energía debido a que los fuertes vientos huracanados derribaron un poste y un cable primario.
“Esto era terrible, los techos de las casas volaban, de pronto se fue la luz y lo más angustioso, fue la desaparición de más de 20 pescadores que ya están en su faena de pesca, en la Ciénaga Grande que gracias a Dios hasta el medio del jueves logro aparecer uno de los últimos, al seno de su hogar manifestó una habitante de Tasajera.
Enrique Maldonado Lara, líder de Tasajera “este es algo imprevisto que le sucedió a nuestros pescadores que a diario salen a sus faenas y gracias al todo poderoso no hubo muertos como se rumoró al principio, pero sí estuvieron en riesgo y hasta esta madrugada estaban llegando mis compañeros desaparecidos en medio del complejo lagunar, y me informaron de los primos Lasso Márquez y Lasso Acosta, que eran los que no se tenían noticias de ellos, pero al fin pisaron tierra firme sin problemas de salud, pero lo único es que perdieron sus enceres de pesca”.
Lo ocurrido a estos pescadores como lo narró para el INFORMADOR el Coronel Juan Pablo Corvacho comandante del Tercer Distrito de la Mesan, fue que la fuerte brisa les volteo las canoas y a otros se les llenaban de agua las embarcaciones, además hasta la madrugada del jueves se tenía un numero de 20 desaparecidos, pero transcurrían las horas de la mañana y todavía seguían apareciendo.
Este medio de comunicación impreso, logro llegar hasta el Mercado de Tasajera a las 12:30 del mediodía, cuando estaban llegando Abel Castillo y Rodolfo González, los últimos pescadores desaparecidos y aun con nervios nos manifestaron “a las 3:30 de la tarde comienza esa fuerte brisa y la canoa se me voltea y como pude la pare de nuevo, se me comienza a llenar de agua y lo único que pude es llevarla a una orilla, de uno de los matorrales, en punto llamado Fuera de Corralito, hasta ahora que llegue, después de todo ese tiempo tratado de achicar mi canoa”.
Entre tanto la Defesa Civil, realiza un censo de las viviendas afectadas, con este vendaval, que causó horas de angustia, en estas poblaciones, y lo cual no quieren volver a vivir sus habitantes según lo que señalaron sus pobladores.
Por: Anuar María
Corresponsal EL INFORMADOR
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