En la parte posterior de un hogar infantil, en el barrio Micael Cotes, se encuentra un lote baldío, el cual es un foco de contaminación para los niños y residentes del sector, debido a la gran cantidad de desechos que son arrojados a diario.
El lugar que también se ha convertido en un criadero de culebras, ratas y toda clase de insectos, tiene en alerta no solo a la población infantil, sino también a los vecinos de ese sector. El llamado es por parte de la comunidad para la Secretaria de Salud y del Medio Ambiente, para que tomen cartas en el asunto y no sea de lamentar más adelanta.