El fenómeno que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por EL INFORMADOR, sigue siendo un problema en crecimiento.
Cada vez es más normal ver en algún semáforo de la ciudad a niños pidiendo dinero o vendiendo algún caramelo o dulce a cambio de alguna moneda. Esa normalidad está incrementando el problema ante nuestros ojos y pareciera que no tiene solución.
La migración venezolana es una de las mayores causas de este incremento ya que muchas mujeres, huyen de su país con sus hijos y al no poder encontrar trabajo, se dedican a pedir dinero para sustentar a su familia.
Es muy común verlos en la entrada de centros comerciales, semáforos, parques, playas, entre otros.
Ante todo esto, las autoridades no encuentran una solución que ayude a ‘aliviar’ esta problemática y esto se debe a la falta de acciones contundentes para controlar dicho fenómeno.
En el pasado mes de mayo, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar realizó actividades en semáforos de la ciudad en donde identificaron 50 casos de niños, niñas y adolescentes en situación de trabajo infantil y vida en calle. De ese total, 35 ya han sido atendidos por el equipo en su medio familiar y se ha podido establecer que 25 son de origen venezolano, 5 de los cuales se autoreconocen de la etnia Wayúu; así mismo, 3 son provenientes del departamento de Putumayo y los 7 casos restantes son de colombianos.
Sin embargo estas labores quedan aisladas luego de presenciar que la explotación infantil sigue en aumento.
A propósito de este tema, el pasado mes de junio EL INFORMADOR en el ‘Día mundial contra el trabajo infantil’ realizó el siguiente clip audiovisual: