Así empezó la historia de Bonda

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Las primeras encomiendas en la Provincia de Santa Marta fueron otorgadas por el Gobernador Diego García de Lerma a sus capitanes principales en la década de 1530.

 

Los indígenas de Bonda, se hicieron temibles a los vecinos de Santa Marta, era tal su coraje que cuando se les acababan las flechas se servían de los arcos como armas contundentes. Para combatir mejor trasponían sus haberes y familias, y desde otros riscos más elevados desafiaban a los españoles, por lo cual irritados estos, incendiaron este pueblo y siete más. Igual comportamiento tenían los indígenas del poblado de Bondigua, cuyo número era corto, pero temibles con sus flechas. El gobierno provincial del Gobernador de Don Pedro De Lugo, se caracterizó por fuertes conflictos con los indígenas de Bonda.

Ante impedimento grande, los españoles construyeron un Fuerte o Fortaleza, a orillas del Río Bonda, para enfrentar a los indígenas y, con la ayuda de la India Catalina, que pertenecía a los Gaira, sometieron la población indígena en el año 1534, quedando registrado como año oficial de la fundación del pueblo. Los bonderos conservan las tradiciones heredadas de sus antepasados, quienes desde el año 1527, dieron la mayor resistencia a los españoles.

Por el año 1594, Bonda con 30 pueblos más, proyectaron una asonada contra Santa Marta, la cual fue debelada y derrotada; de modo que Bonda figuró como la población más fuerte económica y militarmente, combatiendo contra los invasores españoles. Por otro lado los indios de Bonda, bajo la conducción de los caciques Yebro y Coendo, demostraron ser conocedores de tácticas guerreras como el rearme, el entrenamiento militar y el manejo de armas de fuegos.

Para el año de 1754, Bonda y Masinga son atacadas por el ejército de José Fernando de Mier y Guerra, Maestro de Campo de la Provincia de Santa Marta.

 ¿Qué visitar en Bonda?

Cascada el oído del mundo: El corregimiento de Bonda en pleno siglo XXI está ubicado al Nororiente del Distrito de Santa Marta, pertenece a la Localidad 1, denominada Cultural Tayrona-San Pedro Alejandrino, es una población agrícola y ecoturística de la ciudad distrital. Sus habitantes están conglomerado en un área de 3 kilómetros, compuesto por los barrios Santa Ana, Cartagena, Laureles, Ojeda, Cubiletes y Centro. Es quizás el único pueblo en Colombia y el mundo, que para inaugurar el cementerio tuvieron que traer un muerto de otra zona, porque la gente no moría ni de vejez. Un lugar especial es el corregimiento de Bonda, una pequeña aldea de origen indígena situada en inmediaciones del Río Manzanares, cuyas aguas sirven de recreo a los visitantes

·La piedra donama en Bonda:

En el corregimiento de Bonda, se encuentran varios iconos de la cultura Tayrona, como los caminos empedrados, La Piedra Donama, las piedras labradas del Pozo de Bondigua, el Río Bonda, etc. La Piedra Donama, un muy sobresaliente trabajo de grabado, está ubicada en una finca de Bonda, del mismo nombre, es un monolito de 2.5 metros de altura, en cuya superficie se conservan varios jeroglíficos bajo relieve. Se supone que los que hicieron esta talla fueron los Tayrona, entre los años 500 y 1525, desconociéndose el significado de estos jeroglíficos. Estas superficies inscritas con jeroglíficos, representan códigos de la naturaleza.

Según el investigador italiano Yuri Leveratto la Piedra Donama podría ser la representación simbólica de un cerebro. De hecho la mente fue muy importante en la cosmogonía Tayrona y, lo es en la actual filosofía de los Koguis y Ika. Joaquín De Mier en el año 1836, compró las tierras de Donama, de 18 caballerías de extensión, situadas arriba de la parroquia de Bonda, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. En la segunda mitad del siglo XX su propietario Pablo García, la explotaba como finca cafetera.

Cascada de Bonda:

El Río Manzanares, nace en la vertiente Noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, en la cuchilla San Lorenzo, a una altura aproximada de 3.000 metros sobre el nivel de mar y se origina a partir de la unión de las quebradas de Onaca y Girocasaca. Luego desciende por la población de Bonda, atraviesa la capital del Magdalena y desemboca en la playa Los Cocos de Santa Marta, con un recorrido de 18 kilómetros en su cauce. Su cauce en la población de Bonda lo llaman con el mismo nombre del corregimiento, sitio donde existe la Cascada de Bonda, donde sus frías aguas brinda frescura y bienestar a lo bonderos y samarios.

El templo, la Cascada de Bonda y la Piedra de Donama, se juntan con la fresca brisa que baja de la Sierra Nevada que corre por las angostas calles que la hacen un corregimiento ecoturístico muy exótico. Además es el único corregimiento del Distrito de Santa Marta que tiene sitios de veraneo en el Río Manzanares o Río Bonda.

Pueblo de Bondigua

El Fray Gregorio Beteta de la Orden de los Dominicos fue comisionado en a principios de siglo XVI, por el Gobernador don Diego García De Lerma para que fundara un convento de su orden en el pueblo de Bondigua, para que le sirviera de vivienda y sustento cerca de la ciudad. Hacía el año 1529 el Gobernador Diego García De Lerma le asignó al Fray Tomás Ortiz, la encomienda de indios en Bondigua, la cual años después mediante Cédula Real le fue negada. En esta población se encuentran las piedras labradas del Pozo de Bondigua, sector ecológico adornado por un remanso de aguas cristalinas.

Información: Raúl Ospino Rangel