Escombrera y basurero a cielo abierto

La denuncia la hicieron dirigentes comunales, tras advertir que las autoridades encargadas “poco están haciendo".

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El llamado es para las autoridades ambientales para que apliquen las medidas correspondientes.

Sectores aledaños al Estadio Eduardo Santos han sido tomados como botaderos de escombros y basura, un problema que desde hace algunos años ha sido reiterativo y poco vigilado por las autoridades ambientales.

La denuncia la hicieron habitantes de la zona y transeúntes que a diario pasan por el lugar y algunos coincidieron que en la ciudad pareciera que no hubiese autoridades encargadas de velar por el medio ambiente.

El panorama poco amable a la vista de los visitantes que a pocos metros llegan a apreciar la estatua del ‘Pibe’ Valderrama, es evidente, entre montañas de escombros y de basura se encuentran las afueras del emblemático Eduardo Santos.

Las escombreras improvisadas alrededor del estadio ubicado en la avenida del Libertador entre carrera 18 y 19, son el resultado de la indolencia de desconocidos quienes han sido descubiertos por el ojo de la ciudadanía e ignorados por la autoridad ambiental y quienes además se salvan de ser reprendidos por parte de las autoridades ambientales por su comportamiento.

Un asunto que preocupa es que algunos carretilleros han sido vistos por personas que circundan esta zona afectada y afirman que, en vez de recurrir a la empresa de aseo de la ciudad, su única alternativa es arrojarlos en dicho lugar y deshacerse del material que por lo general proviene de construcciones de casas y remodelaciones.

Muchos de ellos son contratados por particulares a muy bajo costo para hacerles el ‘favorcito’. “Esto ha sido una opción de trabajo para quienes hoy arrojan basura allí y por ahora no vemos a nadie quien los organice para que se puedan establecer buenas prácticas de convivencia y de cooperativismo, para que realicen su trabajo y tengan una fuente de ingresos, pero sin contaminar”, dijo Augusto Suarez, habitante del barrio Jardín, quien todas las mañanas sale a trotar por el complejo deportivo.

Los samarios deben tener presente la cultura ciudadana y sentido de pertenencia para cuidar los espacios abiertos, que no solo le compete al gobierno local, sino a toda la ciudadanía y denuncien a los que violan las normas ambientales ante el cuadrante de cada sector.