La comunidad fue elegida como prueba piloto por una empresa privada que comercializa dispositivos de seguridad.
Por: Anayancy Vidal H.
Redacción EL INFORMADOR
Fotos: Orlando Marchena.
Uno de los barrios del norte de Santa Marta, ha sido privilegiado por una empresa privada de seguridad, tras ser elegida para combatir la delincuencia que hoy azota a los samarios.
Se trata de la instalación de 30 cámaras de seguridad, las cuales se encargarán de ‘blindar’ al barrio Olivo y que beneficia a cientos de familias en este sector.
Esta vez, en la página de Mi Comuna de EL INFORMADOR, Marta Pérez, presidente de la Junta de Acción Comunal, habla sobre los aspectos positivos que se destacan en su comunidad, gracias a las herramientas tecnológicas que desde hace un año llegaron al barrio para lograr la tranquilidad y el bienestar en sus moradores.
La líder comunal, cuenta sobre cómo llegó este nuevo sistema de seguridad al barrio y con mucho entusiasmo afirmó que "como caídos del cielo" llegaron miembros de una empresa privada de vigilancia a ofrecer sus servicios con propuestas que a los pocos días convenció a sus habitantes de hacer uso de dichos servicios.
Como trato, la empresa de las cámaras de seguridad asumió todos los gastos de instalación, siempre y cuando los vecinos cancelaran $20 mil mensuales por casa.
“Fui testigo de la llegada de un sistema de seguridad que se instaló desde hace un año y que logró bajar los índices de delincuencia y en este momento gozamos de más tranquilidad al sentarnos en las terrazas de nuestras casas”, dijo Pérez.
Para Marta, este proyecto ha sido como regalo que, con la ayuda de la comunidad, han logrado mantenerlo hasta la fecha. “Este ha sido un frente de seguridad efectivo, ya estábamos cansados de tanta delincuencia, los propietarios de las viviendas de este sector no tienen inconvenientes en pagar por este servicio porque saben que es bueno”.
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El funcionamiento de las cámaras de seguridad es monitoreado las 24 horas por un grupo de reacción por parte de la empresa de seguridad privada y con apoyo de la comunidad, en el que a través de sus celulares por grupos de WhatsApp, vigilan si llegan a ver algo anormal para hacer las respectivas reacciones.
Cuentan los vecinos de esta zona de la ciudad, que los problemas de inseguridad eran casi a diario y no por que hayan sido provocados por los mismos del barrio, sino que venían siendo azotados por otros vecinos de barrios circundantes, situación que los impulsó a decidir por tomar estas medidas.
“Lo bueno de todo esto es que la gran mayoría de las personas que viven en este barrio somos un equipo y siempre queremos seguir trabajando para que esta comunidad tenga lo necesario con el fin de resguardar y prevenir futuros incidentes delictivos”, dijo la líder comunal.
Por otro lado, está la casa de la junta comunal, que poco a poco ha sido restaurada luego que hace más de un año y medio para atrás, estuvo deteriorada y con la comunidad dieron inicio a un proyecto mancomunado para recuperar la propiedad.
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En esta casa comunal han pasado más de 200 mujeres del barrio para capacitarse en diferentes cursos dictados por el Sena y se han realizado otros eventos que involucran a niños y a jóvenes que buscan mejorar su calidad de vida.
