La fuerte lluvia en la tarde de ayer y la primera de octubre, provocó el arrastre de desechos de basura hacia la desembocadura en la playa de Los Cocos.
Por: Anayancy Vidal H.
Redacción EL INFORMADOR
Fotos: Orlando Marchena.
El lente de EL INFORMADOR captó la enorme cantidad de basura arrastrada por el río Manzanares hasta las aguas de la playa de Los Cocos, producto del primer aguacero de octubre en la tarde de ayer.
La alta acumulación de residuos en la parte baja de la cuenca del río Manzanares no se hizo esperar y fue notoria, pese a las múltiples limpiezas que se han programado durante este año para evitar su deterioro.
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La enorme mancha que se dirigía hacia el mar, conformada por palos, botellas de plásticos, cochones, puertas de casas, entre otros elementos en el cuerpo de agua, fue inevitable que parara su curso.
A pesar de las jornadas de limpieza a través de fundaciones y entidades públicas y privadas, para los samarios es preocupante el nivel de vertimientos de residuos arrojados a esta afluente que se hacen evidentes cada vez que en la ciudad llueve.
Para los que han convivido en el mar, esta carga de sedimentos que arrastra la desembocadura del río Manzanares hacia el mar termina siendo acumulativa e irreversible y de alto impacto, por lo que se hace indispensable una acción inmediata para corregir la situación.Hasta mediados del mes pasado que fue la última jornada de limpieza en este cuerpo de agua y la cuarta realizada durante este año, fueron 69 toneladas aproximadamente recogidas, teniendo en cuenta que fueron actividades que duraron entre tres a cinco horas; quiere decir que podría ser incalculable el pesaje de estos desechos que son altamente tóxicos para los cuerpos de agua y que son arrojados diariamente.
Un aspecto que consideró William Gallo, director de Salva Tu Río, en una entrevista a esta Casa Editorial, fue sobre la idea de empezar a quitar la población que reside en la orilla del río, “es lo más conveniente tal como sucedió cuando despejaron el tramo entre las avenidas Hernández Pardo (carrera cuarta) y la Campo Serrano (carrera quinta). Ahora está creciendo una zona boscosa en la ribera del río. Es por eso la importancia de que toda la ribera esté libre de asentamientos humanos”.
