Habitantes del sector hacen un llamado a las autoridades distritales, a Essmar y Veolia, para que atiendan lo que consideran un problema sanitario.
Cansados están los habitantes del barrio Bastidas de tener que convivir con las aguas negras que corren por sus calles, debido al rebosamiento del sistema de alcantarillado.
Residentes del sector aseguran que desde hace dos días deben sortear las aguas putrefactas y soportar los malos olores que ocasiona esta situación.
Vecinos hacen un llamado a las autoridades distritales, a la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta, Essmar, y a su aliado Veolia, para que solucionen lo que consideran un problema sanitario.
Temen la proliferación de enfermedades debido a esta situación de insalubridad, sobretodo porque los carros salpican estas aguas hacia las terrazas de las casas cuando transitan por la zona.
Agregan, además, que en el barrio son constantes los rebosamientos de las aguas residuales.
